Juan Carlos López López (21) “Calito” y Eduardo José López López (23) “Lalo”, fueron asesinados en la madrugada de ayer. Sus cuerpos fueron arrastrados hasta una siembra de cebolla, en la hacienda El Amanecer en el caserío Vigiadero, en la parroquia Tintorero del municipio Jiménez.
Las víctimas eran primos y no fue sino hasta la mañana de ayer que su familia se enteró de lo sucedido.
Salieron por un hermano
Juan Carlos recibió una llamada de uno de sus hermanos, le decía que acudiera a las tierras de los hijos de Juan Hernández, conocido en el pueblo como “Juancito el millonario” en donde trabaja de cuidador, para que lo auxiliara porque tenía un fuerte dolor en el estómago.
Eran las 10 de la noche del martes cuando “Calito” como es conocido por la familia, salió de su residencia en el caserío El Cambural y convido a su primo Eduardo José, a quien llaman “Lalo” para que lo acompañara. Una hora después los jóvenes mandaron un mensaje de texto indicando a su familia que estaban llegando y que iban por la laguna.
Desde ese momento nadie supo nada de ellos.
Anthony Martínez, quien es hermano de “Lalo”, comentó que ellos conocían las tierras porque para donde se dirigían era el lugar donde trabajaba sacando cebollas y su primo “Calito”, también lo hacía de vigilante en ese mismo lugar.
Golpeados
En horas de la mañana de ayer los trabajadores comenzaron a llegar a la Hacienda Las Mercedes, ubicada en las tierras de los Santos y de los hijos de Juan Hernández, para comenzar con sus labores diarias y se toparon con una escalofriante escena. En medio de las parcelas de cebolla visualizaron dos cuerpos sin vida, estaban boca abajo y todos ensangrentados.
Uno estaba tirado, descalzo, con unas bermudas de blue jeans y una franelilla verde. Era “Lalo”, a su lado, estaba “Calito” quien no tenía franela, su pantalón blue jeans doblado, andaba en chancletas. A lado de sus cadáveres estaba tirada una bomba de aire.
Los agricultores comenzaron a recorrer y por los lados de la quebrada y vieron rastros de sangre, aparentemente allí los agarraron. A lo largo de 300 metros, “Calito y Lalo” fueron arrastrados. Estaban golpeados, presentaron múltiples disparos y además heridas abiertas, se cree que causadas por armas blancas o objetos contundentes, aún está por determinar.
Las causas por las cuales fueron asesinados, según versiones policiales manifiestan que estos dos hombres estaban robando dentro de la hacienda.
Pero los trabajadores de la zona y familiares de los mismos, pidieron fueran esclarecidos los hechos, porque notan extraño que los cuidadores de esa parcela, en donde amanecieron muertos no estaban. Se conoció que el encargado estaba escondido, aseguran que algo saben al respecto.
Son entre dos y tres cuidadores que permanecen en la zona en horas de la noche, porque la misma es asaltada continuamente.
“Que no vayan a encochinar a los muchachos porque eran trabajadores”, enfatizó Martínez, hermano de “Calito”, quien trascendió era el mayor de cinco hermanos.
La esposa de este mismo joven no quiso hablar nada al respecto estaba hermética y no quería aportar mayores datos a los sabuesos del Eje de Homicidios del Cicpc quienes acudieron para realizar el levantamiento del doble homicidio.
Cabe destacar que en un lapso de 48 horas han sido asesinadas siete personas y una resultó abatida ante el Cicpc en el municipio Jiménez.
En El Ujano
La noche del martes en el Distribuidor El Ujano, al este de la ciudad, fue localizado el cuerpo sin vida de un hombre. Estaba tirado de medio lado entre la basura, tenía un disparo en el cuello y otro en la región frontal.
Aparentemente fue ajusticiado en esa zona a tempranas horas. El hombre era de contextura delgada, blanco, cabello corto negro, y apróximadamente de 1,65 metros.
En el momento de ser localizado tenía un pantalón marrón, una franela gris y zapatos negros. Hasta la noche de ayer no había sido identificado.