Cada 29 de junio, la iglesia católica y la ortodoxa, conmemora la solemnidad de San Pedro y San Pablo, siendo esta una de las mayores celebraciones en el mundo de esta religión.
San Pedro y San Pablo, fueron testigos de la vida de Jesús, el hijo que Dios envió a la tierra y que para muchos creyentes, quien acepte los acepte como su señor y salvador, podrá ser salvado y llegar al paraíso del todopoderoso.
Fue nombrada esta fecha debido a que un día como éste fue el traslado de sus reliquias, mismo que coincide con su muerte.
Como tradición, durante este día niños y adolescentes creaban podaban las ramas de los árboles hasta tener suficientes para crear un muñeco tipo espantapájaro, y lo vestían con ropa vieja que vecinos les regalaban, posteriormente lo sentaban en una silla antigua, para que en la noche lo prendieran en fuego y sobre las brasas cocinaban papas y batatas.
En Venezuela se celebra en fecha específicamente en el estado Miranda, en una fiesta denominada como “La parranda de San Pedro”, donde las personas realizan un baile vestidos con levita y pumpá, entre los cuales uno de ellos lleva la imagen del santo y el otro una bandera amarilla y roja, mismos colores con los que visten a un par de niños para danzar, los cuales son llamados “tucusitos”.
Esta parranda también es conformada por un hombre vestido de mujer llamado “María Ignacia” y lleva una muñeca de trapo que es nombrada como “Rosa Ignacia”, que junto a los “tucusitos” hacen el papel de sus hijos.