Han transcurrido cinco meses desde que la Asamblea Nacional declaró la “crisis humanitaria en el sector salud de Venezuela”, debido a la “grave escasez de medicamentos, insumos médicos y deterioro de la infraestructura sanitaria”, y la situación lejos de mejorar ha recrudecido.
Las razones que llevaron a la mayoría de los parlamentarios a aprobar y redactar ese acuerdo, desconocido por el ejecutivo y el TSJ, se mantienen vigentes. Basta con recorrer las principales farmacias de la ciudad y del país para corroborar la situación.
Los testimonios de los familiares de los pacientes recluidos en el Hospital Central Antonio María Pineda (Hcamp), también confirman la realidad que padecen quienes tiene afectada su salud.
“Es difícil conseguir los medicamentos y los insumos que nos piden, muchas veces deben darnos varias alternativas para ver cuál conseguimos”, relató Javier Avendaño, familiar de un paciente internado en el principal hospital de la región.
Por fortuna, en momentos de crisis es cuando cobra vida la solidaridad entre familiares y amigos: “nosotros hemos logrado sortear la situación gracias al apoyo de todos nuestros conocidos, cada vez que nos piden alguna medicina escasa difundimos la información mediante mensajes de texto y cadenas de WhatsApp, así como publicaciones en las redes sociales”, dijo Ana María Iturriza.
En las redes sociales existen grupos que se dedican a difundir información sobre medicinas e insumos escasos, incluso la necesidad lleva a algunas personas a adquirirlos a costos elevados de manos de personas que se dedican a importarlos o los consiguen por los caminos verdes para expenderlos a “precios de bachaqueros”.
“En Instagram hay cuentas que te venden los medicamentos de esa forma, pero incluso esas personas presentan fallas en la oferta de algunas medicinas como hipertensivos”, apuntó una señora que prefirió no identificarse.
“Traje a mi hijo a la emergencia porque pasó la noche con fiebre y diarrea, me dijeron que tiene un cuadro viral y le dieron el alta, debo mantenerlo en observación y darle acetaminofén pediátrico, que es difícil de conseguir, y algún reconstituyente de la flora intestinal que está desaparecido, además de hidratarlo con un suero que debo elaborar en casa porque tampoco hay”, dijo con lágrimas en los ojos Angélica Contreras, madre de un pequeño que además convulsiona cada vez que presenta una fiebre muy alta.
Vale la pena recordar que según el artículo 83 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, “la salud es un derecho social fundamental, obligación del Estado, que lo garantizará como parte del derecho a la vida”, y además está en la obligación de promover y desarrollar “políticas orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso a los servicios”.
Por tanto, el clamor por una solución a esta crisis se mantiene vigente, así como la petición de abrir un canal humanitario que permita la llegada al país de medicinas donadas por organizaciones interesadas en prestar su colaboración.
