El reinado de España en la Eurocopa se derrumbó en los octavos de final contra Italia, su gran némesis.
Los goles de Giorgio Chiellini y Graziano Pelle le dieron el lunes a la Azzurri una inapelable victoria 2-0 frente a una versión marchita de los monarcas de las últimas dos ediciones del campeonato europeo de selecciones.
Chiellini abrió el marcador a los 33 minutos tras el rechace de David De Gea a un tiro de libre de Eder. Pero el arquero español dejó la pelota tendida en la boca del área, donde Emanuele Giaccherini rozó primero el rebote y Chiellini llegó para empujarlo al fondo.
Pelle puso cifras definitivas en los descuentos, y ahora el equipo de Antonio Conte pondrá su foco de atención a un duelo contra Alemania en los cuartos de final.
En cambio, España se devuelve a casa demasiado temprano en una gran cita internacional, otra vez.
La eliminación en la Euro 2016 se enlaza a la debacle de la Copa del Mundo de Brasil hace dos años, cuando los de Vicente del Bosque no sobrevivió la fase de grupos. Y esta derrota podría marcar el fin del ciclo del entrenador español, con el que ganaron su primer Mundial en 2010 y luego alzaron la Euro de 2012.
Italia se cobró revancha de las dos derrotas que sufrió a manos de España en las previas ediciones torneo, la primera al caer por penales en los cuartos de final de 2008 y luego con una goleada 4-0 en la final de hace cuatro años.
El primer gol recompensó un clarísimo dominio italiano, en que la figura de De Gea salvó a España en incontables situaciones.
La primera fue a los ocho minutos, echándose al piso para mandar afuera un cabezazo de Pelle. De Gea también debió estirarse a los 11 para coartar el que hubiera sido un gol de chilena de Giaccherini.
En un partido que arrancó bajo la lluvia en el Stade de France, todo lo de la Italia de Antonio Conte fue laudable. Aparte de la fiabilidad reconocida de su bloque ofensivo, la Azzurrri también se mostró chispeante cada vez que cargaba al frente.
España empezó a acomodarse cuando los rayos del sol iluminaron el césped al promediar el primer tiempo, pero generar ocasiones le resultó complejo.
Sumida en el desconcierto, La Roja fue la sombra del equipo que tiende a subyugar a sus rivales con pases rápidos y monopolizando la posesión. Sergio Busquets quedó maniatado en la medular, y el adversario le dominaba al pugnar por balones divididos.
Tras repetir el once titular por cuarto partido seguido, el técnico Vicente del Bosque buscó reorientar el rumbo con el ingreso de Aritz Aduriz por Nolito en la delantera para el inicio del descanso.
Todo fue inútil frente a una Italia que más bien perdonó demasiado.
Italia enfrentará a la campeona mundial Alemania el sábado en Burdeos.
