El gobernador del departamento de Arauca, ubicado en el este de Colombia y fronterizo con Venezuela, teme una «crisis» en su región si se reabre la frontera y aumenta la llegada de venezolanos a la zona en busca trabajo y atención médica.
En una entrevista publicada este lunes por el diario El Tiempo, el gobernador Ricardo Alvarado advirtió que «una avalancha o un supuesto aumento del volumen de personas hacia Arauca nos generaría una crisis en el departamento que no tendríamos cómo soportarla».
«En este momento, la frontera está cerrada y hay un paso controlado, pero donde la lleguen a abrir no estamos preparados para atender a quienes nos lleguen», dijo.
La porosa frontera entre Colombia y Venezuela, de 2.219 km, permanece cerrada desde agosto pasado por orden del presidente venezolano, Nicolás Maduro, quien justificó su decisión como una medida para combatir el contrabando y frenar el crimen organizado.
Sin embargo, Alvarado precisó que mas bien el paso fronterizo está «controlado» por el gobierno venezolano y diariamente unas 10 a 15 personas llegan a Arauca desde Venezuela porque las «dejan pasar».
Una vez en territorio colombiano, en su mayoría buscan «soluciones en la parte de salud ante la crisis que han tenido por el suministro de medicamentos» o trabajo.
También hay «colombianos que viven al otro lado y se las ingenian para venir a buscar la atención médica y algunos productos básicos», explicó el gobernador.
Venezuela vive una fuerte crisis política y social, con una escasez de 80% de los alimentos y la inflación más alta del mundo (180,9% en 2015), además de una desaforada criminalidad, que motivan el rechazo a Maduro, cuyos niveles de apoyo rondan un 25%.