Nada como la paz que todos sentíamos en aquella época cuando la “comunicación virtual” se trataba únicamente de llamar/contestar y enviar/recibir. No existía el “visto”, la “R” y mucho menos el famoso “check azul” que le pone los pelos de punta a más de uno. Por esto, nos sentimos mejor cuando establecemos un contacto directo, persona a persona o como diría nuestra amiga “la miss” «face to face»
A todos nos gusta recibir atención y eso implica que nos contesten rápido, de hecho, el que no lo haga está incitando a la otra persona a iniciar la Tercera Guerra Mundial. ¿Qué estará haciendo? , ¿Será que no le gustó lo que dije?, ¿Y si me está ignorando? Muchas preguntas como estas vuelan por nuestra cabeza, durante ese interminable minuto que tardó en llegarnos el “Hola, bien ¿y tú?” de la otra persona. Y si es alguien que nos gusta, prepárense porque arderá Troya.
Por su parte, pocos son los hombres que sufren de estas dolencias, mientras que las mujeres no toleran este tipo de situaciones y es que debemos entenderlas, son por naturaleza las personas más atentas del mundo, especialmente si se trata de sus seres queridos, siempre querrán saberlo todo y sentirán que si ellas pueden, todos podemos. En esta ocasión conoceremos lo que ellas piensan cuando nosotros tardamos en responder, apostando a que más de una se sentirá identificada y otros estarán atentos para la próxima.
Palabras más, palabras menos
Aquí ocurre algo muy importante en cuanto a conversaciones digitales se refiere, una amiga siempre dice: “si te escribe una oración, contéstale con la mitad de la misma”, es decir, si la persona que te gusta escribe un “buenas tardes” tu deberías responder con un “hola, buenas tardes”, pues eso sería suficiente para que esa persona, de manera natural, sienta interés en saber más de ti. No es necesario dar una explicación detallada de todo lo que has hecho durante el día.
La ley del tiempo
No está escrita en ninguna constitución pero se cumple como si lo estuviera, aunque muy pocas mujeres lo admiten, todas han aplicado esta ley en esas conversaciones donde la persona que les importa tarda en responderles aún estando en línea. Automáticamente piensan algo como: “ahora yo me tardaré más” es decir, que si esa persona se demoró cinco minutos en responder, ellas se tardarán, mínimo, de 10 a 30 minutos, llegando incluso hasta “olvidar” el teléfono por el resto del día.
Las dudas
Como si no fuera suficiente esperar por una respuesta, cuando llega la noche y solo quieres dormir, es típico que pienses en todo lo que escribiste y que no te respondieron, al tiempo que te preguntas: ¿Será que le vuelvo a escribir?, tal vez quiere ver como reacciono ¿no?, ¿Y si lo envío de nuevo? Pero ninguna de estas dudas es correcta, solo es cuestión de entender que cada persona tiene sus ocupaciones y en el peor de los casos, cuando nunca responden también te pueden estar dando un mensaje.
La última conexión
Si bien es una forma perfecta de saber que “después de hablar contigo no habló con nadie más”, dándote la paz y tranquilidad mental que deseabas, también es la principal causa de muchas molestias, sobre todo, cuando ves que en el cintillo del chat ya no te salen esos numeritos que indican la hora en la que se conectó por última vez. Esto puede dejar sin cabeza a más de uno y será el momento sarcástico del día para las que preguntan: ¿Por qué desactivaste tu última conexión? ¿Te andan buscando?
El visto
El mayor pecado capital, ofensa, grosería y desplante que le pueden hacer a una persona es dejarla “en visto”, cuando ese precioso “check” se torna color azul y seguido de eso no hay una respuesta, aún estando en línea, puede llegar a considerarse una forma indirecta de decir “no quiero hablarte” y créanme, eso será lo primero que cualquiera pensará.
La llamada
Todos hemos sentido en algún momento el impulso de llamar a la persona que nos gusta cuando no nos responde, sin embargo en estos tiempos recibir llamadas puede ser algo molestoso, no a todos les gusta que los llamen. Así que si has pensado en marcar el número y darle “send” evítalo por lo menos hasta que tenga “72 horas de desaparecido”.