La rutina de las familias que habitan en Residencias El Valle se ha visto trastocada por el fuerte olor a combustible que se percibe en el ambiente desde hace dos semanas.
La intensidad y frecuencia del olor inusual los llevó a indagar sobre su origen y descubrieron que el mismo proviene del drenaje de aguas pluviales ubicado al final de la calle 6, con avenida Terepaima, diagonal a la plaza Barici, justo al lado de la residencia más afectada.
El hecho fue confirmado por la División Técnica del Cuerpo de Bomberos de Iribarren, cuyos funcionarios realizaron una inspección y corroboraron la presencia de combustible en el colector de agua.
Leyda Mogollón, administradora de Residencias El Valle, explicó que la situación causa malestar y preocupa a los habitantes del edificio, quienes de forma conjunta han enviado cartas a instancias como la Dirección Estadal de Ambiente en el estado Lara y a representantes locales del Ministerio del Poder Popular para el Petróleo, quienes aseguraron que enviarían especialistas. “Todavía estamos a la espera de los expertos”, precisó Mogollón.
La inspección de los bomberos se llevó a cabo el viernes 17 de junio y tras el rastreo realizado en el área, que consistió en el levantamiento de las tapas de los drenajes en varias cuadras y la utilización de un detector de gases combustibles TIF8800A, se determinó que el origen está en una tubería que se conecta con el drenaje público ubicado en la carrera 1 con calle 11 de la urbanización El Parral.
Dicha tubería proviene de una edificación privada ubicada en ese sector, sitio donde hace alrededor de 25 años funcionó una bomba de gasolina.
En el informe de los bomberos se detalla que el olor a combustible se percibe en el sótano número 2 de la edificación, específicamente en un tanque subterráneo de concreto del cual se extrajo “un líquido transparente aceitoso, con olor a combustible”. De igual modo, se explica que el agua de ese tanque proviene de una fuente o acuífero natural que está debajo de esa construcción y se presume se encuentra contaminada.
Consecuencias en el ambiente
El equipo reporteril de este rotativo visitó el sector y constató que el olor a combustible se mantiene, tanto en las Residencias El Valle como en la intersección de la carrea 1 con calle 11 de la urbanización El Parral.
El licenciado Alfredo Álvarez, habitante de la zona, dijo via telefónica a este medio que se encuentra preocupado por las consecuencias ambientales y humanas del derrame de combustible.
“Ese sistema de drenaje recoge el agua de lluvia de las urbanizaciones El Parral, Barici, Nueva Segovia y Colinas del Turbio, y desemboca en el cauce del Río Turbio, lo que representa un grave problema ambiental dado que en el Turbio se encuentran los acuíferos que surten de agua a gran parte de la ciudad”.
“Además, la presencia de combustible en el sistema de alcantarillas podría devenir en lamentables acontecimientos, cuyas consecuencias no son fáciles de determinar”, expresó.
Según Álvarez, el informe de los bomberos debería servir para alertar a los organismos con competencia en el área (Pdvsa, Ministerio del Ambiente, Ministerio de Petróleo, Hidrolara y la Alcaldía de Iribarren).
Sin embargo, la administradora de Residencias El Valle, Leyda Mogollón, considera que hasta la fecha ninguna de las instancias consultadas se ha mostrado preocupada por solventar el derrame de forma oportuna.
“En las próximas horas enviaremos una carta a la Empresa Hidrológica del estado Lara (Hidrolara), para determinar si tienen o no alguna competencia para mitigar las posibles consecuencias de la presencia de combustible en la red pública de drenaje”.