Los venezolanos hacen maromas poder comprar alimentos o medicinas, y tienen suficiente con el martirio de pernoctar horas y hasta días en una cola para conseguir productos regulados. Sin embargo, quienes la llevan peor son las personas con discapacidad, ancianos y niños.
Este viernes en las afueras del supermercado Garzón, al este de Barquisimeto, el equipo reporteril de EL IMPULSO presenció cómo una joven funcionaria de la Guardia Nacional, encargados de controlar la entrada y salida de clientes del establecimiento, cometían abusos verbales contra quienes se encontraban en cola desde muy temprano.
Los consumidores esperaban poder comprar el kit de alimentos conformado por pasta, harina de maíz, arroz, jabón en polvo, entre otros productos y cerca de las 09:00 am aún no había iniciado la venta. Situación que molestó a la mayoría.
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