Recibí una comunicación que me hace sentir orgulloso de tener como lector al doctor Antonio De Los Santos Figueroa, a quien admiro por su gran conocimiento ya que mis reflexiones en positivo y mi mente se alimenta de la admiración.
Recibí su opinión en cuanto al artículo de fecha 16 de junio del 2016, titulado Sin producción no hay solución, en el que hago referencia al Club 5V. Aparte que su correspondencia e inquietudes es una clase magistral que me sirve para completar y enriquecer mis Reflexiones en Positivos, doctor usted sí sabe con mucha autoridad lo que es el Club 5V y mi persona también conoce un poco del tema tratado, quizás no tanto como usted, pero por cuestión de espacio no podemos explicarlo mejor. Además su buena información sirve de conocimiento a los lectores interesados y con permiso de mi distinguido lector y para bien de los que queremos aprender, abuso de sus buenas bondades y me permito completar en este espacio tantas cosas que deseo aportar sobre la materia.
Los Clubes 5V fueron producto de la encomiable labor realizada por las Demostradoras del Hogar, abnegadas funcionarias del Ministerio de Agricultura y Cría (MAC) que laboraron e hicieron historia en el campo venezolano.
En efecto, las Escuelas de Demostradoras del Hogar Campesino fueron creadas por el desaparecido MAC con el propósito de capacitar mujeres para los programas de extensión rural. Fueron ellas las protagonistas no sólo de los programas denominados Clubes 5V, sino también de los recordados Clubes de Amas de Casa, que dejaron una profunda huella en el medio rural venezolano.
Tradicionalmente el campesino adulto venezolano es renuente para terminar de aceptar los nuevos avances agrícolas. Sin embargo, los investigadores observaron que los jóvenes siempre están más interesados en «experimentar» con nuevas ideas y compartir sus experiencias y éxitos agrícolas con sus padres. Por tanto, los programas para la juventud rural se convirtieron en una manera de introducir innovación agrícola entre los adultos campesinos venezolanos. Por esta razón el gobierno nacional a través del MAC, que era su órgano rector en materia agrícola, decidió en el año 1938 crear los Clubes 5V, emulando unas organizaciones de exitosa trayectoria en los Estados Unidos conocidas como Clubes 4H. Esas cuatro H se referían a Head, Heard, Hanns, and Health (Cabeza, Corazón, Manos y Salud). Esta influencia norteamericana en la política agrícola venezolana se inició en los años ’30 con la venida al país de profesionales de origen puertorriqueño, quienes se encargaron de impartir clases en la primera institución de educación formal vocacional que hubo en Venezuela llamada Escuela de Expertos Agropecuarios.
El nombre que se escogió en Venezuela para estos clubes proviene de la transformación
de las siglas 4H, originarias en los Estados Unidos, pero con un agregado de valores que pretendía recoger la idiosincrasia venezolana, siendo el significado de las 5V: Valor, Vigor, Verdad, Vergüenza y Venezuela. Los Clubes Agrícolas 5V de Venezuela llevaban esas 5V porque cada miembro debía tener Valor para ser valiente y enérgico; Vigor para ser saludable y útil; Verdad porque decir siempre la verdad es indispensable para ser cívico, honrado y virtuoso; Vergüenza para poder marchar por la senda de la dignidad y el honor; y Venezuela porque se debe amar fervientemente a esta gloriosa patria, herencia de nuestros Libertadores.
El lema de los Clubes 5V era igual al de las Demostradoras del Hogar: “Superación constante”. Ahora más que nunca el Campo es la Solución, unidos todos por la Paz, la Convivencia, el Respeto y la prosperidad de nuestro país……
