A pesar de la crisis venezolana, el ministro de planificación Ricardo Menéndez, señaló recientemente que indicadores sociales del país se han mantenido en buen nivel. Expresó que la pobreza extrema disminuyó de 9,5 a 9.3 y que el país ha registrado en los últimos tres años los niveles más bajos de desempleo de la década. A esto sumó que de no ser por la revolución habría un 88% de pobreza.
No obstante, ciudadanos se mantienen en cola, denunciando escasez de alimentos y medicinas.
Al respecto, Ronald Balza Guanipa, economista y docente de la Universidad Católica Andrés (UCAB), refiere que cifras aisladas y repentinas no permiten conocer realidad del país de manera estadística. Sin embargo, subrayó que la crítica condición social la vive el venezolano en carne propia.
-De nada sirve ver una cifra hoy y no conocer el resto de estas o el comportamiento del indicador el próximo mes… El problema es que el gobierno publica las cifras cuando le conviene.
En este sentido, solicitó al ministro Menéndez que tanto el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) como el Banco Central de Venezuela (BCV) publiquen las cifras de los descriptores económicos del país de manera periódica, tal y como se hacía en el pasado. “Sin esa información, cualquier pieza que se publica por separado, sólo evidencia la ausencia de las demás”, manifestó.
En este sentido, recordó que no se conocen cifras de inflación desde enero al presente, además de números de escasez, importación de alimentos, desempleo, pobreza, acceso a los bienes y servicios y otros.
Balza subrayó que dicha condición genera desconfianza e impide validar y evaluar con exactitud el comportamiento económico del país.
Sobre si los números referidos por el ministerio pudieran ser ciertos o falsos, indicó que es complejo determinarlo, porque no se tienen referencias para interpretar el comportamiento de los mismos ni se conocen métodos de cálculo.
Acciones que contradicen
Al realizar un análisis sobre las cifras anunciadas por el ministro, Balza Guanipa destacó que el reciente reconocimiento del Ejecutivo Nacional del “fracaso por corrupción de Abastos Bicentenarios”, además de la creación de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), al tiempo que se multiplican las colas y actos indebidos como los saqueos, evidenciarían que las medidas contra la pobreza en el país han sido ineficiente y que dichos números no obedecerían a la realidad venezolana.
Advirtió que la pobreza no sólo se mide por lo que las familias perciben, sino a través de cálculos de lo que compran, cómo lo compra, cuándo y dónde lo compran. Datos que se desconocen. Sin embargo, se ha hecho parte de la matriz pública la denuncia de que la población venezolana registra problemas de malnutrición, también conexos a la pobreza.
Sobre el nivel de desempleo, que Menéndez manifiesta es uno de los más bajos de la última década, recordó que se desconocen los elementos que componen este cálculo. Igualmente, subrayó que en la actualidad, el ingreso de los venezolanos es insuficiente.
Orgullo o desengaño
En recientes anuncios, el ministro también expuso que las cifras de los indicadores sociales son “elementos de reflexión y orgullo”.
Respecto a ello, Balza Guanipa señalo que el sentimiento sería contrario al orgullo, ya que debería generar “vergüenza” sólo emitir “dos número que le favorecen”, mientras que “las personas están haciendo cola en expendios de alimentos y medicinas”.
-Si no hubiese pobreza, qué hace la gente en la cola, deberían estar trabajando, comiendo o descansado.
Subrayó que el actual gobierno ha recibido los mayores recursos de la historia, por lo cual lo antes descrito no debería ocurrir.
Datos
Sobre la diferencia porcentual que existe entre cifras publicadas por el gobierno y las de otras instituciones como las universitarias sobre pobreza y el Cendas de escasez de productos y Canasta Alimentaria Familiar, refirió que no podría haber punto de comparación entre unos y otros, ya que el gobierno Nacional tendría un ámbito de análisis mucho más amplios. ya que cuenta con mayores recursos.
Sin embargo, las referidas estadísticas se han convertido en referencia, al no haber cifras oficiales.
Vale acotar que Cendas, por ejemplo, a diferencia del INE o el BCV, ha dado a conocer sus métodos de cálculo y manera cómo compila información, además que sus publicaciones son periódicas. Las instituciones del gobierno se mantienen ausentes.