Yaritza Izarra, trabajadora del Concejo Municipal, siente que todo está enmarcado en un juego político “los concejales y el alcalde juegan a la papa caliente y nosotros seguimos por debajo de sueldo mínimo”.
Los trabajadores del Concejo Municipal de Iribarren tienen un salario base de Bs. 11.000 y el bono de alimentación apenas alcanza los Bs. 7.000. Sus ingresos están por debajo del decreto nacional, el dinero no les alcanza para llevar el sustento a sus hogares.
Las semanas transcurren y el mandatario municipal, Alfredo Ramos, asegura no haber recibido el dinero para el ajuste de las nóminas. Del otro lado, que se asemeja a un campo de batalla, están los concejales bolivarianos quienes aseguran que el alcalde sí ha recibido dinero por parte del Gobierno Nacional para el ajuste a sus trabajadores, pero éste lo ha dispuesto en una cuenta bancaria privada para generar intereses.
El concejal Alejandro Natera asegura tener las pruebas en sus manos, dijo que las introducirá en Fiscalía para que se hagan las averiguaciones.
Al consultarte por qué luego de dos años es cuando se percataron de que ninguno de los créditos aprobados para la gestión de Alfredo Ramos beneficiarían a sus trabajadores, Natera respondió que era algo que tenían oculto.
También señaló que el mandatario está gobernado por un sector económico que lo hace desconocer las necesidades de los empleados.
Mientras continúa la diatriba, a José Castillo, asistente administrativo de la alcaldía le alcanza la quincena para medio kilo de queso y cuarto kilo de mortadela.
“No soy un colectivo, sino un trabajador más, que si me atrevo a comprar un almuerzo en la calle dejaría la quincena completa”.
Sus compañeros también exigieron que se mejore el servicio médico que está en pésimas condiciones, se haga la respectiva dotación de uniformes y se ajusten los tabuladores.
Yaritza Izarra, trabajadora del Concejo Municipal, siente que todo está enmarcado en un juego político “los concejales y el alcalde juegan a la papa caliente y nosotros seguimos por debajo de sueldo mínimo”.
Invitó a un diálogo entre Alfredo Ramos, concejales y trabajadores para llegar a acuerdos. “Nos beneficiaría a todos, pero parece que no están dispuestos”.
Alexander Brito, con diez años en el Concejo, dijo que por primera vez sucede una situación similar en esta dependencia de la alcaldía.
