“Saber que es lo correcto y no hacerlo es la peor cobardía”. Confucio
Confucio, en chino mandarín Kóngzi, literalmente significa “Maestro Kong”, aunque muchas veces se escribe “Kung Fu Tse”; fue un reconocido pensador chino creador de una doctrina que recibe el nombre de confucianismo, vivió entre los años 519 y 479 a.C. Muchos emperadores se inspiraron en su obra para organizar la sociedad china a partir de la dinastía Han; al comienzo de la recuperación de aquel país, China, que había sido devastado por un proceso de degeneración y decadencia, de intrigas y degradación generalizada de sus principios y valores; de la ausencia de modelos morales. Llegando a la conclusión de que la única forma de recuperar la nación era rescatar los preceptos perdidos propugnando el inmenso valor del ejemplo.
Decía Confucio: “Los gobernantes sólo pueden ser grandes si llevan vidas ejemplaresy se guían por principios morales. De esta forma, los ciudadanos de sus estados tendrían el necesario estímulo para alcanzar la prosperidad”.
Siendo nombrado para ejercer un cargo equivalente al de Ministro de Justicia, ordenó ejecutar a un noble llamado, Chao Chong Mao, en el principado de Lu, y que su cadáver fuese expuesto a las puertas de su castillo durante 3 días; cuando se le preguntó ¿cómo se atrevía a hacer aquello con uno de los hombres más poderosos de Lu? Contestó: “Además de ser un indeseable poseía algo que lo hace más peligroso: era tan brillante y tenía tal facilidad de palabra que era capaz de arrasar a otros en sus errores”.
Aseveraba Confucio que: “La esencia de sus enseñanzas estaba en la buena conducta en la vida, el buen gobierno del Estado (caridad, justicia y respeto a la jerarquía), el cuidado de la traición, el estudio y la meditación. Las máximas virtudes: la tolerancia, la bondad, la benevolencia, el amor al prójimo, y el respeto a los mayores y antepasados. Si el gobernante (príncipe) es virtuoso, los súbditos imitaran su ejemplo: gobernante/súbdito; marido/mujer y padre/hijo. Una sociedad próspera sólo se conseguirá si se mantienen estas relaciones en plena armonía”. (F: Wikipedia).
El pasado es la mejor guía para comprender el presente y planificar el futuro. Cuán difícil es lograr el Ying y el Yang; el equilibrio deseado. 500 años antes del nacimiento del hijo de Dios, llamado Jesús, el Cristo Redentor, Confucio, marcaba hitos sobre la manera idónea en la cual debemos actuar los seres humanos, y los desastre que ocasionan la ruptura del equilibrio por él pregonado.
Es momento de análisis profundos sobre la realidad en la cual se encuentra nuestro país; es deber ineludible para todo venezolano, y para todo aquel que se considere honesto y que ame a nuestra patria, el asumir responsabilidades.
Todo ser pensante, medianamente instruido, está en capacidad de ejecutar su deber y ejercer el derecho, otorgado tanto por leyes terrenales como por leyes divinas, de preservar los principios y valores, tradicional e internacionalmente aceptados y que desde siempre nos han caracterizado. En ellos se han basado la Constitución Nacional, las leyes y reglamentos de la República que parió a los libertadores de América y a los legisladores del mundo, y que han quedado expresos en su espíritu, propósito y razón. Es por ello que, no debemos, ni podemos, aceptar o soportar manipulaciones e intentos de adaptarnuestros derechos a ideologías desfasadas y fracasadas en todas partes donde se han querido imponer.