Este martes, nuevamente, y a pesar de la lluvia, los firmantes para el proceso revocatorio presidencial acudieron masivamente a revalidar sus rúbricas, sin importarles las distancias a recorrer para llegar a los centros de validación.
Eso pudo constatarse en Sanare, cuando, desde las primeras horas de la mañana, comenzaron a llegar a la Casa de la Cultura, grupos de mujeres y hombres, de todas las edades, con la intención de reafirmar su acuerdo con el revocatorio constitucional.
Pero no sólo acudían habitantes de Sanare y otros sectores del municipio Andrés Eloy Blanco, sino, y en su gran mayoría, de Torres, Morán y Jiménez, cuyas capitales, Carora, El Tocuyo y Quíbor, fueron dejadas fuera por el CNE al momento de escoger los sitios donde colocaría las captahuellas.
“Si tengo que validar en la Luna, para allá iré, pero de que lo revoco, lo revoco”, se leía en la pancarta que un elector llevaba en su espalda, mientras que el de una joven indicaba, “Yo firmé y no tengo miedo”.
Durante las primeras dos horas de la mañana, los firmantes hicieron cola sobre la acera de la calle, pero la lluvia les obligó a protegerse en las áreas techadas de la Casa de la Cultura y en dos carpas, donde coreaban, “Y va a caer, y va a caer; este gobierno va a caer”, o “Si se puede, si se puede”.
En el interior, la joven Alexandra Rojas, de PJ, se encargaba de ordenar la cola para ingresar al sitio donde se encontraban las capta huellas.
“No habrá impedimento que nos pongan que no venceremos; nada ni nadie nos desanimará, ni la lluvia”, decía mientras animaba a mujeres y hombres en la cola.
La joven dirigente se peocupaba por que se diera prioridad a las personas de la tercera edad, discapacitados y a las mujeres embarazadas.
Jesús Herrera había llegado procedente de Carora, exclusivamente para revalidar su firma.
Dijo que otros grupos habían llegado en cinco autobuses.
Pedro Escalona, coordinador de la MUD en AEB, se mostró complacido por la gran cantidad de personas en la cola, a pesar de la lluvia, que calificó como muestra de alegría y esperanza.
A su lado estaba Pastor Torrealba, lamentando no haber podido estampar su firma.
“Es que me mataron, aparesco muerto, pero estoy muy vivito y dispuesto a volver a firmar y a votar para revocar al gobierno”, expresó.
Jacobo Gómez Carrasco llegó en autobus procedente de Carora, junto a más de 50 personas en varias unidades.
“No me cansa hacer otra cola porque ya hemos hecho muchas, para conseguir comida; y si hay que seguir haciendo colas, las haremos para salir de este gobierno”, afirmó.
Nelio Taborda, de la MUD, llegó con otro grupo del municipio Jiménez, pendiente del desarrollo del proceso que calificó de normal, salvo algunos pequeños problemas con las captahuellas con algunos firmantes.
Para las diez y media, de Quíbor habían llegado a Sanare unas 400 personas y continuaban llegando. Telefónicamente, Amílcar Marcano, también de la coalición, calculó telefónicamente que el municipio revalidará mil firmas, sobre pasando la cuota de 650 que les fijaron.
Conforme avanzaba la mañana continuaban llegando personas a la Casa de la Cultura y para el mediodía ya se contabilizaban más de 500 validaciones.
Isidro Piña, de Avanzada Progresista, se encargaba de ordenar en las afueras el flujo de personas, así como el tránsito automotor como medida de prevención a cualquier accidente.