Cuando de música católica se trata, se suelen concebir ritmos lentos, suaves y relajantes “que buscan tranquilidad en el espíritu”. Sin embargo, para romper con este modelo, el grupo venezolano Efecto Emaús ha venido desarrollando nuevos estilos sonoros, caracterizados por su jocosidad, en los que se contemplan géneros como el pop, rock, balada, salsa, incluso música venezolana y otros.
Como pocos, componen sinfonías de alabanza religiosa con tonos “movidos” y “pegajosos”, los cuales han llevado a estos venezolanos a distinguirse y lograr tres años de amplia trayectoria nacional e internacional, durante la cual se han dedicado a promover “valores sociales y humanos, desde el amor de Cristo”.
La razón de su unión y carismática labor es “llevar a la gente la buena nueva y el evangelio de una manera distinta”, en la que su máxima inspiración es la palabra de Dios.
“Nuestro director musical es Dios y es Él quien nos ha dado el sentido en cada una de nuestras creaciones”, confesó en visita a EL IMPULSO el vocalista y percusionista, José Manuel Prieto, en compañía del cantante y compositor, Manuel Durán, el bajista Ernesto Duque, el tecladista Alejandro Méndez y el manager y músico ocasional Giosué Juárez; quienes junto a las voces de Francisco Velásquez y Mario Sánchez integran la agrupación.
Con letras inéditas y testimonios traducidos en 20 producciones musicales agrupadas en tres discos, logran gustar a todo tipo de público según cuentan, pues niños, jóvenes y adultos responden positivamente al son de Efecto Emaús y es que “el mensaje tiene un gran poder cuando es cantado”.
Su trabajo ha tenido palco en Colombia y es replicado en Radio Católica Mundial en Estados Unidos. Han pisado escenario con uno de los artistas católicos modernos más reconocidos del mundo como lo es Jon Carlo, y llevado su música a casi todos los rincones del país, entre los que destacan conciertos en Maracay, Mérida, Caracas, Maracaibo y San Cristobal.
Barquisimeto pueblo bendecido
La capital musical y de devoción mariana venezolana, no podía quedar fuera del itinerario de la banda, por lo que la Divina Pastora y sus creyentes disfrutaron de una serenata dada Efecto Emaús en la última visita de la Virgen a Barquisimeto, acto que consideraron como uno de los momentos fundamentales en su carrera artística-religiosa
“Barquisimeto es un pueblo lleno de fe, es algo increíble porque se ven muestras de devoción que no se aprecian en otro lado del mundo”, agregó Prieto.
El día de hoy se presentarán junto al Padre Badoglio en el Teatro Juares y esperan volver a la ciudad crepuscular para el mes de noviembre para “seguir orando por Venezuela”.