Este fin de semana se cometieron 14 homicidios en la entidad larense.
Once de los hechos sangrientos en el municipio Iribarren, se reportaron dos víctimas en Palavecino y una en Torres.
Así mismo se cometieron tres dobles homicidios, el primero de ellos en Tarabana en donde unos supuestos vendedores de jabones artesanales y que posteriormente se identificaron como “petejotas” acabaron con la vida de dos cuñados.
El segundo fue en El Pampero, al norte de la ciudad. Dos jóvenes ultimados dentro de una granja porque supuestamente se metieron para llevarse unos chivos. El tercero y el que cerró las bajas del fin de semana fue al oeste de la ciudad en Las Tinajitas.
De forma accidental
Entre los últimos sucesos se encuentra la muerte de una adolescente de 13 años de edad.
La joven estudiante de segundo año de bachillerato, estaba con una amiga de 15 años de edad, dentro de su casa en la urbanización Roble Viejo de Carora, municipio Torres y a eso de las 6 de la tarde se escuchó una detonación.
Un disparo había recibido la niña de 13 años, la misma fue trasladada hasta el Hospital Pastor Oropeza de Carora, pero ingresó sin signos vitales, comentó Ángelo Crespo, padre de la joven fallecida.
Crespo informó que el hecho fue accidental, ambas adolescentes manipulaban el arma y la de 15 años haló el gatillo. La pistola pertenece a un tío de la jovencita de 13 años de edad quien es funcionario del cuerpo detectivesco.
La pequeña era la segunda de cinco hermanos.
En la gallera
Rafael Alexander Salazar Coello, de 47 años de edad, fue asesinado a las 5:30 de la tarde de este domingo en una gallera en El Roble vía El Manzano, al sur de la ciudad.
Relata María González, quien es comadre de la víctima fatal que el hombre se ganaba la vida como técnico en computación. Tenía cuatro hijos, dos de ellos de 7 y 3 años. El domingo almorzó con ellos celebrando su día del padre, estuvo toda la tarde compartiendo y a las 5 partió en su moto en compañía de varios vecinos a la gallera como lo acostumbraba hacer los domingos.
Al lugar llegaron unos sujetos desconocidos armados, pretendían robar a los presentes, aparentemente Salazar Coello se negó y fue cuando le dispararon. Su vecino y amigo José Leonardo Colmenárez (32) resultó herido y aún se encuentra hospitalizado.
Los familiares de Salazar Coello esperaban en las afueras de la morgue que entregaran el cuerpo del hombre, quien residía en El Manzano.
Exigían a las autoridades que su crimen fuese investigado y no quedase impune, porque la persona que había perdido la vida era un excelente padre y un buen e inocente hombre.