La diputada hizo historia política en el país cuando logró el triunfo en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2015 y se convierte en esa manera en la primera congresista transgénero en Venezuela, y la segunda de todo el continente americano, juramentándose el 14 de enero de 2016.
A su vez ejerce un cargo como profesora, activista, es abogada de la república y trabaja en conjunto con organizaciones LGBTI en Venezuela (lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros e intersexuales).
En este año ha llevado la propuesta del matrimonio igualitario a la Asamblea Nacional pero ha sido rechazada en varias oportunidades. Informó que las leyes de matrimonio igualitario en el país han enfrentado en los últimos 17 años obstáculos que todavía existen, siendo el primero de ellos el Tribunal Supremo de Justicia.
Adrián indicó que el reto es crear una unión civil que sea igualitaria, que esté abierta tanto a parejas heterosexuales como del mismo sexo y dos o tres leyes que propongan una ley integral contra la discriminación, empezando por la política, la religión y orientación sexual distinta.
“Debemos saber que no hay dos personas iguales en el planeta Tierra y que tenemos que aprender a convivir con la diferencia, con aquel que piensa políticamente distinto, con el que tiene un religión distinta, una raza diferente y una diversidad sexual. Sería absurdo tratar de unificar a todos los seres humanos, uno aprende por aquel que tiene una visión diferente a la suya, y la discriminación origina violencia basada en cualquier crimen de odio”.
Argumentó que los crímenes más sonados y atroces que han habido en los últimos tiempos tienen relación con la agresión sexual.
La homofobia y la transfobia son males comunes en casi todos los países, la igualdad de la ley ha producido efectos beneficiosos para reducir esa violencia en aquellos países donde se ha implementado como México, Colombia, Brasil, Argentina, Chile y Bolivia.
“¿Somos menos tolerantes que todos esos países?, y si es así, somos bien patanes, pero yo creo que el venezolano no es diferente del resto del planeta Tierra, lo que existe es falta de humildad política.”
Una vida de película
¿Quién es Tamara Adrián? Es una mujer transexual, política y activista de derechos humanos, enfatizó.
“Yo nací en un sexo masculino y me identifiqué desde los tres y cuatro años de una manera diferente, descubriéndolo con inmenso dolor y desasosiego, puesto que en ese momento el tema no se hablaba”.
Recalcó que hoy los tiempos han cambiado y felicitó a la cantante Karina por acompañar a su hijo en una transición y apoyarlo en lo que realmente es, pero sobre todo por enfrentar las intolerancias de quienes le dicen que lo está criando mal.
Contó sobre la película basada en su historia, con un 40% de cosas inspiradas en su vida y un 60% en la de muchas otras personas. El filme, una coproducción con seis países grabada en Venezuela, fue dirigido por Elia K. Schneide y producido por José Ramón Novoa.
“La vida de las personas transexuales es más o menos la misma, si las comparas. Lo que sucede a menudo es que muchos no se pueden aceptar y viven eternamente infelices y llega un momento cuando la opción es estar muerta en vida o asumir lo que eres. Algunas personas optan por el suicidio y yo opté por la felicidad y el compromiso conmigo misma de ser quien soy; y el costo es afrontar la intolerancia, el irrespeto, la discriminación, pero también de enseñar y transmitir”.
Adrián envió un mensaje a la comunidad de diversidad sexual y sus padres: “No están solos”. Reconoció que existen personas aliadas por creer en un mundo mejor, en donde todos pueden tener los mismos derechos y oportunidades.
“Los padres tiene que saber que no hicieron nada malo, siempre existe la culpabilidad porque se ha hecho pensar que la diferencia sexual es mala. Pero es algo que ha existido en todas las épocas y no aumenta ni disminuye y mucho menos se contagia, se hereda o se imita; lo que puede suceder es que haya más visibilidad, respeto y derechos”.
Asimismo manifestó que el tener derechos iguales hace a un país más digno y mejor, para tener una sociedad más justa e igualitaria.
“Yo quiero llegar a ese momento cuando pueda decir, Venezuela es hoy un país más justo, porque aquellos que no tenían derechos pasan a tenerlos y aquellos que los tenían los siguen teniendo, gana la dignidad y el progreso y sé que ese momento llegará”.
