Todos los miembros de la comunidad universitaria, incluyendo a los trabajadores y estudiantes, están en el legítimo derecho a protestar, en el marco del respeto a la institución y a sus bienes, sin embargo, dichos reclamos deben ser dirigidos básicamente al ejecutivo nacional quien es el responsable de todas las asignaciones económicas que se hacen a las casas de estudio.
Dicho pronunciamiento fue realizado por el vicerrector administrativo de la Universidad Central de Venezuela, Bernardo Méndez, quien admitió que la institución tiene retrasos en la dotación de uniformes para el personal obrero, sin embargo, la principal causa de esta situación son las insuficiencias presupuestarias.
«La universidad tiene deudas que saldar con los trabajadores vinculadas a la dotación de vestuario de los años 2014-2015, pero para ello se requiere que el Ejecutivo Nacional envíe los recursos presupuestarios», sostuvo.
Reiteró que aunque los obreros y transportistas tengan todo el derecho a manifestar, no comparte el método de protesta que implementaron en los últimos días; a través de los cuales, impidieron el paso a la institución al colocar autobuses en las vías de acceso.
«Los trabajadores no pueden retener los bienes de la UCV, como unidades de transporte, para impedir la entrada de estudiantes y demás trabajadores a la universidad», dijo.
Insistió que las autoridades universitarias tienen la voluntad de realizar los pagos y las dotaciones pendientes, sin embargo, se debe contar con los recursos necesarios.
“Reconocemos que tenemos unos compromisos de tipo laboral que no se han podido cumplir, puesto que no hemos logrado que el Ejecutivo Nacional envíe los recursos necesarios. No obstante, la realidad es que la UCV necesita 1.500 millones de bolívares para cubrir esas insuficiencias, pero cuenta con un presupuesto de 161 millones de bolívares”, explicó.
