Conforme continúa el saque indiscriminasdo de granzón y arena del río Turbio, se incrementa el riesgo de que en cualquier momento ceda el talud sobre el que reposa La Ribereña, destruyendo la avenida.
Es el presentimiento del edil Omar Giménez, presidente de la comisión de Protocolo Ambiental del Concejo Municipal de Iribarren, quien, este miércoles, estuvo en el sector Santo Domingo donde prosigue el gigantesco proceso de extracción de material no metálico del río.
Lo hizo en compañía de los también concejales Milagros Gómez de Blavia, Carolina Castillo y Jeremías Zavala, estos dos últimos de Palavecino, y del diputado a la Asamblea Nacional, Daniel Antequera.
El grupo pudo constatar la continuación de lo que calificaron como un ecocidio, con la complicidad del ministerio de Ecosocialismo y Aguas, anteriormente del Ambiente.
Al edil le llamó la atención la forma como los responsables del saque de granzón y arena han desviado el cauce del río con las maquinarias, obligando sus aguas a correr hacia el norte, las que han venido socavando el talud de la avenida hasta, práticamente, el borde de la misma.
Enfatizó en que, debido a ese socavamiento, la arteria vial apenas está a unos 15 metros del barranco, lo que puede considerarse como peligroso.
Indicó que de ello se han percatado, no sólo el diputado Antequera y sus colegas sino también vecinos de la zona, en especial del barrio Santo Domingo, quienes recuerdan la crecida del Turbio en 1998.
Hizo un llamado a las autoridades relacionadas con el ambiente, así como a los ecologistas, para que hagan algo que impida la continuación de esa destrucción del cauce de la principal corriente de agua del estado Lara.
El concejal Zavala también expresó su preocupación por esas excavaciones que afectan a los municipios Iribarren y Palavecino, donde el Gobierno Nacional destruyó una zona productora de caña y otros rubros para convertirla en un desierto.
Además, recordó que el valle del Turbio está protegida por el ABRAE (Área Bajo Régimen de Administración Ambiental), el que está siendo violentado.
El parlamentario Antequera, por su parte, reiteró su intención de plantear el caso en la AN para que se designe una comisión que investigue quien o quienes se están lucrando con la destrucción del ambiente del río.
“No vamos a dejar que nos roben el Turbio y por eso seguiremos denunciando”, afirmó.