Para nadie es un secreto la escasez en diferentes ámbitos, entre esto, una de los más preocupantes: la salud. No se trata solo de los medicamentos, también se involucran los métodos anticonceptivos, los cuales han pasado a ser difícil de adquirir.
Esto por supuesto genera un quiebre en lo referente al comportamiento sexual, especialmente en los adolescentes, viéndose cada vez más casos de menores de 19 años embarazadas.
Si bien hay algunos centros de salud que cuentan con algunos métodos anticonceptivos, estos no están a la disposición de todos. “Se tienen pastillas y DIU, estas se les dan a quienes se controlan en el ambulatorio”, aseguró Carolina Hollstein, coordinadora del centro médico Ramón E. Gualdrón.
La conocida “viveza criolla”, ha generado que estos importantes insumos no se entreguen como lo hacían antes, a quien lo solicitaba; por temor a que los mismos sean vendidos.
“El ministerio nos envía las pastillas, no son de una marca comercial reconocida, pero sí se tienen”, dijo la coordinadora.
Con respecto a los preservativos, estos son entregados en diferentes centros de salud si son solicitados, no obstante, el Programa Regional de Infecciones de Transmisiones Sexuales (ITS), depende de las donaciones que se reciban de los ambulatorios, para poder dotar a sus pacientes.
A pesar de las diferentes acciones que se desarrollan en el estado Lara referente a la educación sexual, los resultados no se ven reflejados en la realidad, debido a que continuamente se reciben a adolescentes embarazadas en edades comprendidas entre los 10 y 19 años.
Y es que el hecho de no contar con la ayuda de los anticonceptivos, sin duda genera un problema que amerita de atención, especialmente ante una situación difícil como la que se atraviesa en el país.
“Se ven niñas cargando niñas. Parece que estuvieras jugando con muñecas todavía”, dijo Giovanni Veliz, del servicio de estadística del ambulatorio.
No es sencillo
Aún cuando se trata de mujeres las que están en gestación, resulta complicado llevar un control en clínicas privadas, por lo que se ha visto una migración hacia los centros médicos públicos.
Esto además genera un retraso, aseguran los especialistas, quienes señalan que muchas veces las pacientes no llegan con los exámenes requeridos, precisamente por no tener cómo costearlos.
ITS otro riesgo
Las infecciones transmitidas por el acto sexual es otro de los peligros que se tiene al no tener la protección necesaria. Como consecuencia se tiene el aumento de casos de sífilis y herpes, explicó Jorge Viloria, adjunto del programa regional correspondiente a la atención de estos casos.