Venezolanos reconocen soluciones a la crisis y esperan que el gobierno las aborde. Una encuesta, recién publicada por la compañía Hinterlaces, realizada entre mayo y junio del año a 1.580 personas, reveló que 52% de los consultados está en desacuerdo con los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) y en acuerdo con que se ajusten o aumenten los precios de los productos regulados. No obstante, el 74% de los interrogados igualmente señaló que los precios se deben concertar con los empresarios, mientras que otro 62% afirma que debe haber un dólar flotante libre.
Al respecto, el economista Luis Oliveros, también docente de la Universidad Central de Venezuela (UCV) manifestó que los datos revelados “no son más que una clara muestras de la conciencia social. La gente sabe qué necesita el país, pero ve cómo el gobierno no hace nada más allá para lograrlo”.
Expresó que “cada día el venezolano se da cuenta que el gobierno ha fracasado en materia económica”. Agregó que por ello existe desconfianza y desesperación, en especial en el tema alimentos.
A esto agregó que propuestas como los Clap, claramente no resolverán los problemas económicas y que por el contrario, la población ha comprendido que el camino que debe tomar el gobierno es de “apertura e inmiscuir al sector privado en la toma de decisiones”.
Señaló que la economía venezolana requiere que se dé su valor e importancia al empresario y que se permita que sea la misma dinámica del mercado la que fije los precios.
Al consultarle por qué más de la mitad de los encuestados podrían rechazar propuestas como las de los comités de abastecimiento, acotó que dicha conformación no responde a las necesidades del país ni resuelve la crisis productiva presente, principal razón del desabastecimiento. Precisó que se trata de un mecanismo de control, que genera dependencia de la ciudadanía con el gobierno y no mejora la calidad de vida de las personas.
-La gente quiere libertad para comprar sus bienes, los que ellos quieran, en la cantidad que quieran, cuando así lo quieran.
Celebró que la población entienda que esta propuesta no solucionará sus problemas.
Respecto a la fijación de los precios de los productos regulados junto con los empresarios, Oliveros manifestó que el ciudadano goza de una clara visión de que es el empresario quien produce, más no el gobierno.
“Las marcas privadas son las que aparecen en los anaqueles, mientras que el gobierno que tiene participación en sectores importantes, como harina de trigo, harina de maíz, café, leche y otros, marcas que no se aprecian disponibles”, comentó el economista, quien detalló que “toda empresa manejada por el gobierno produce menos que las del sector privado”.
Lamentó que la población se haya dado cuenta de la importancia del sector privado, más no así el Gobierno Nacional. “Ojalá que el gobierno entendiera lo que la gente le está diciendo, pero yo estoy convencido que el gobierno no quiere dar su brazo a torcer ni mejorar”.
Comentó que los ciudadanos “se han dado cuenta de que necesitamos un viraje realmente importante de la economía”. Sin embargo, el gobierno no lo aplicaría por cuestiones de negocio y control.
En opinión de Oliveros, los venezolanos quieren libertad económica, pero con un gobierno que controle la economía no mejorará esta situación, ni se generará el bienestar que la población demanda.
Señaló que la visión que tiene la sociedad de la situación venezolana es un avance sociológicamente importante.
Con menos gasto no se mejora
Sobre una disminución del gasto público en los últimos meses, Oliveros indicó que si bien el gobierno ha disminuido el indicador o en términos reales, el mismo sigue siendo ineficiente.
-Hay una disminución importante, pero uno ve que las medidas que toma el gobierno son aisladas… Hay una disminución de las importaciones y del gasto público, pero deben tomarse otro tipo de medidas, además de políticas que generen confianza y credibilidad en la población y los agentes económicos.
Apuntó que con evitar gastos, el actual gobierno no saca al país de la crisis, por el contrario la hunde más. “Venezuela necesita gastar. Tenemos una situación social delicada e importante”.
El problema es la ineficiencia con que se ejecuta el gasto público.
Precisó que la reducción del gasto público venezolano, en las condiciones que presenta el país, representa una disminución en subsidios y políticas sociales, por lo que desmejoraría también la calidad de vida de los venezolanos.
Recomendó iniciar un esquema de privatizaciones y emplear este dinero para reorientarlo hacia personas con menos recursos y generar bienes públicos de calidad, es decir, infraestructura, salud, educación, electricidad, agua y otros.
Subrayó que el gobierno tiene que restituir incentivos a la producción, los cuales destruyó años atrás.
A la espera de un dólar libre
En la encuesta, el 62% de los consultados expresó que Venezuela requiere de un dólar flotante y libre. Al respecto, Oliveros manifestó que en diez años de control de cambio, este sólo ha enriquecido a unos pocos, generando distorsiones en la economía, además de problemas.
-La gente se da cuenta de eso y se pregunta por qué otros sí y yo no tengo la libertad para adquirir divisas, sino que tengo que pasar por trámites burocráticos.
Sobre el valor de la tasa del sistema de Divisas Complementarias (Dicom) cercano a los Bs. 600 y que, según el ministro Miguel Pérez Abad, está próximo a llegar a una unificación cambiaria, Oliveros manifestó que difícilmente en Venezuela se aprecie una proceso de este tipo con el gobierno de Nicolás Maduro, ni con un gobierno adepto al oficialismo.
-Creo que mantendrán el control. Lo máximo que podemos ver es una tasa flotante que intentará parecerse mucho a la tasa de cambio paralela, pero no creo que realicen unificación cambiaria. De ser así, ya se hubiese generado un movimiento en la tasa de 10 bolívares, que mientras más separada esté de las otras tasas, mayor distorsión generará.
Señaló que lo importante de esta propuesta es conocer si la oferta será suficiente para atender la demanda del mercado. De lo contrario, la tasa flotante no se parecerá a la paralela.
Si no hay oferta ni reglas claras, se observará que el mercado paralelo comenzará a subir y de nuevo incrementará su valor.
En Terepaima no despachan carne por alto costo
El superintendente William Contreras ha anunciado que, como parte del programa de reajuste económico, próximamente informará los nuevos precios de la carne roja, producto que actualmente se adquiere entre Bs.3.600 y 4.500.
Al respecto, Marilyn Unda, asesora legal de los mercados municipales, frigoríficos y carnicerías de Lara, manifestó que el gobierno no se ha reunido con el sector y que esto les preocupa, ya que ellos son uno de los eslabones más golpeados de la cadena.
Expresó que tampoco los han convocado a una reunión para tratar sobre costos y precios.
Por tanto, desoncen si la propuesta del gobierno les permita tener un margen de utilidad justos, ya que con el incremento constante en los costos, el 12% permitido para dicho fin es insuficiente.
-Tenemos muchos gastos. Despostar la res es costoso… Un cuchillo carnicero cuesta 35 mil bolívares y las bolsas están muy costosas. Hay que comprarlas. No podemos vender un pedazo de carne y entregarlo en la mano.
Consideran que el porcentaje de costos operativos se debe aumentar, porque la ganancia se ve cada vez más comprometida.
Precisó que la pasada semana, en el Mercado Municipal Terepaima, recibían de distribuidores y mataderos la carne en Bs. 2.000 para luego ellos sumar sus costos y venderla. Pero ayer lunes se las llevaron en Bs. 2.800 y hasta 3.000, por lo que decidieron no recibirla. Esperan por el planteamiento gubernamental, sin embargo, quienes los despachan aseguran que el ganado en producción ha mermado.
-Esa variación nos impide mantener un precio fijo y cada vez cierra más nuestro margen de ganancia.