La OEA inaugura este lunes su Asamblea General en República Dominicana con la promesa de limitarse a discutir el desarrollo sostenible en la región, pero con la crisis de Venezuela sobrevolando las conversaciones informales.
También domina las discusiones la crisis financiera de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que debió suspender sus misiones en la región por falta de fondos.
Las reuniones previas a la 46a asamblea del organismo -que se inaugura formalmente en la noche del lunes- estuvieron marcadas por conflictos entre representantes de la comunidad LGBT y las organizaciones antiaborto y antigay.
En un diálogo con representantes de la sociedad civil, el embajador de Venezuela ante la OEA, Bernardo Álvarez, reiteró el rechazo de su gobierno a instalar un canal humanitario en su país.
«Creemos en la ayuda humanitaria, pero distinto es utilizarla en el marco que se está utilizando, que esconde un deseo intervencionista que es inaceptable», dijo el embajador.
Álvarez respondía así al pedido de un corredor humanitario para el ingreso de medicinas que había hecho minutos antes Adolfo Flores Padrón, un venezolano de 25 años que habló en representación de la juventud.
El 31 de mayo, el secretario general, Luis Almagro, publicó un demoledor informe sobre la crisis venezolana e invocó la Carta Democrática Interamericana para solicitar una reunión urgente del Consejo Permanente para debatir el asunto.
La reunión fue fijada para el 23 de junio.
Un alto funcionario diplomático dijo a la AFP que las partes intentan amarrar 18 votos, que es la mayoría necesaria para que en esa reunión el Consejo active las gestiones diplomáticas que prevé la Carta Democrática.
Pero no se espera una resolución del organismo por ahora porque el tema no está en la agenda.
Previendo que el espinoso asunto planearia sobre esta sesión de la Asamblea General, la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, había advertido que defendería junto a los países aliados del ALBA -que suman 11- sus «modelos de autonomía política, económica y de soberanía financiera»