Si no fuera porque es verdad y es una tragedia, lo que daría es risa. Un gobierno que les ha achacado a los bachaqueros toda suerte de culpas y responsabilidades, ahora legaliza el bachaquerismo. Porque sí, señores, los CLAPs son el bachaquerismo legalizado.
Nunca pensamos que llegaría el día cuando los venezolanos tendríamos nuestra propia libreta de racionamiento. De hecho, muchos se burlaron de quienes al comienzo de la era Chávez vaticinaron lo que nos sucede hoy: escasez e hiperinflación. Los ricachones de América Latina, los nativos del país que a principios de los años setenta parecía que al cabo de una generación sería un país de primer mundo (no sólo por los indicadores económicos), alcanzamos los niveles de hambre cubanos. Pero no vamos a tener la “suerte” de los cubanos, que por lo menos saben que cuentan con ciertos alimentos y bienes al mes. Nosotros vamos a tener o poco, o nada.
Los Comités Locales de Abastecimiento y Distribución son una forma de organización comunal de la mano del gobierno, para llevar alimentos a los sectores de la sociedad más desfavorecidos. Pero los CLAP nacieron barrigones, y en Venezuela sabemos que el que nace barrigón, ni que lo fajen chiquito. Es muy, pero muy tentador –de hecho, así nacieron los bachaqueros- conseguir un producto en un precio baratísimo y saber que se puede vender por cientos y hasta miles de veces su precio. ¿Qué creen ustedes que va a pasar con esas bolsas de alimentos? No hay que tener una bola de cristal para ver el futuro. Incluso para los beneficiarios será una tentación vender parte del botín.
Un bien vale lo que la gente está dispuesta a pagar por él. Y en Venezuela hay muchos todavía que pueden darse el lujo de comprar un producto por un precio exorbitante. En Colombia se consiguen productos que al cambio, son más baratos que los que aquí venden los bachaqueros. Es una de las tragedias de la economía socialista, que al eliminar la competencia, acabar con la industria y favorecer los monopolios, hace que los productos alcancen precios estratosféricos.
La corrupción ha permeado nuestra sociedad. Y la ocasión hace al ladrón. Una clapa es una peladura de un terreno ocasionada porque sus semillas no nacieron, o murieron. Los CLAPS no llegarán a nacer o morirán comenzando: sus semillas están muertas.
@cjaimesb