Barquisimeto es una de las pocas ciudades del país que tiene el privilegio de albergar un núcleo de la histórica Universidad Central de Venezuela, considerada por la firma QS World University Rankings para el año 2015, la mejor a nivel nacional. De esta casa de estudios han egresado profesionales de la talla de Andrés Bello, Jacinto Convit, Rafael Caldera, Luis Razetti, entre otros ilustres personajes.
En la capital larense ha hecho vida durante 25 años una extensión de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU). Comenzó siendo de estudios a distancia pero aproximadamente en 2006 homologó su pensum, el horario y se convirtió totalmente presencial, como en Caracas.
Durante los primeros pasos de la Escuela de Arquitectura barquisimetana, las promociones eran integradas por 3, 4 ó 6 profesionales en el mejor de los casos. Luego de su conversión fue aumentando la demanda de la carrera y se han logrado cohortes de hasta 18 egresados.
Este incremento en la matrícula estudiantil trajo como consecuencia un alza en la cantidad de producción de trabajos especiales de grado. Inicialmente eran proyectos sin mayor relevancia, como hoteles, centros comerciales, edificios, entre otros, pero con el pasar de los semestres se fueron orientando al aporte del desarrollo social y colectivo.
Propuestas de la UCV al municipio y al estado son desaprovechadas
Para aportar al progreso del espacio donde se desenvuelve la UCV-Núcleo Barquisimeto, desde hace nueve años, los docentes han instruido a su alumnado para que lleve a cabo trabajos aplicables a la urbe.
“Es importante que el estudiante conozca los problemas que hay en su ciudad, de tipo urbano, de legislación, planificación, de contaminación, de áreas de espacios públicos, edificaciones públicas; y que genere propuestas para la solución de los mismos”, señaló la docente y coordinadora de sector de acondicionamiento ambiental de la FAU-UCV, Ingrid Regalado.
De alrededor 12 trabajos presentados semestralmente, entre 4 y 5 son de muy buen nivel, por lo que son considerados como anteproyectos ejecutables, que se presentan a autoridades municipales y estadales en distintos espacios.
Sin embargo, se estima que al menos 50 anteproyectos dirigidos a la recuperación de espacios públicos, residuales y subutilizados, así como la reestructuración de mercados, entre otros planes, han sido presentados ante varios entes públicos de Lara pero también ignorados.
Las alcaldía de Iribarren y Palavecino, las gobernaciones de Lara y Yaracuy, son algunos organismos ante los cuales han sido expuestos algunos de los trabajos.
“Siempre te dicen que no hay presupuesto para pagar proyectos. Ellos saben lo que hacemos aquí, ha habido interés pero nunca se llega a nada”, afirma Regalado, al mismo tiempo en el que reiteró que la desatención se ha producido sin distinción de inclinaciones políticas.
Contó que hace año y presentaron propuestas arquitectónicas en el Concejo Municipal de Iribarren para lidiar con la problemática de los espacios públicos. “Siempre nos reciben pero hasta ahí, cuando entra el tema político se nos tranca el serrucho”.
Además estas presentaciones, que generalmente son realizadas por un grupo de profesores, se hacen a los directivos universitarios de Caracas y a otras casas de estudios, así como en diferentes ferias.
“Nosotros ya casi que no salimos porque nos sentimos desgastados. Muchas veces se hace el esfuerzo de realizar el trabajo, montarlo presentarlo y hasta ahí llega. Simple y llanamente uno se resigna a que venga la gente”, se lamentó.
La intención de la UCV es dar su aporte a la entidad. Por ello, tienen a su disposición la asesoría y el aporte de información a quienes tengan la necesidad de llevar a cabo un proyecto, bien sea de índole comunal, vecinal, regional, municipal.
Además, cuentan con una figura jurídica en la UCV a la que se le pueden contratar para la elaboración de proyectos.
Déficit de espacios públicos
Señaló la arquitecto Regalado, que la capital larense padece un déficit de espacios públicos según los estándares establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para la recreación y el entretenimiento de la ciudadanía.
Se cuenta, según manifiesta, con 3 metros cuadrados de espacio público por persona cuando el mínimo requerido internacionalmente sería de 9 m² por habitante.
Por ello, parte importante de estos trabajos está dirigido al diagnóstico y la exposición de propuestas de diseño arquitectónico para la transformación y recuperación de espacios residuales y abandonados de la urbe, que son sitios sin ninguna función definida, deteriorados o marginados.
Aprovechamiento del Valle del Turbio no fue tomado en cuenta
Una de las intenciones de un grupo de estudiantes, que terminó por traducirse en un anteproyecto hace varios años, iba dirigida al aprovechamiento del Valle del Turbio de Barquisimeto.
Estas tierras que presentaban elevada producción agrícola, hoy se han convertido en un basurero y además, están siendo explotadas por la extracción de granzón y arena, con complicidad del ministerio de Ecososialismo.
La idea para ese entonces, consistió en la conexión que podía darse entre el valle con ciertos espacios de Barquisimeto para crear una ruta turística y deportiva, con condiciones para caminar, trotar, correr e incluso hacer ciclismo.
El trayecto partía desde la calle 46, meseta de la ciudad, para conectarse con la ribera o el borde de la avenida Hermano Nectario María, mejor conocida como La Ribereña. Justo al lado de ella estaba planificado un parque con distintos atractivos para el disfrute diario de la ciudadanía.
En otra oferta parecida incluían la recuperación de la siembra y la replantación de vegetación específica para recuperar el afluente y las corrientes naturales que se hacían presentes en época de lluvia.
Esta reforestación lograba la unión con los rastrojos de bosques que se mantienen en la capital larense, como por ejemplo los de la Concha Acústica, para su enriquecimiento con Aragüaneyes y Apamates como vegetación introducida.
Esta propuesta incluía el Parque Ayacucho y una muestra botánica.
Monumento al Sol subutilizado
Otros de los espacios que amerita implementación de proyectos especiales es el centro de la redoma del Monumento al Sol, obra que además de ser poco utilizada presenta evidente deterioro.
Para ello, se creó un anteproyecto que contenía una propuesta de activación comercial. “Se pueden hacer mercados adaptados a las diversas épocas del año con unos módulos montables y desmontables de acuerdo a lo que se quiera”.
Adyacencias de El Obelisco
A pesar de los constantes esfuerzos por la municipalidad por impulsar las zonas cercanas a El Obelisco de Barquisimeto como lugares de esparcimiento ciudadano, estos sitios se mantienen casi desolados la mayor parte del tiempo.
Ante ese escenario, los estudiantes proponen la creación de una serie de estructuras que permitirán el desarrollo deportivo, cultural y social de dichos espacios.
Activación de la Plaza Santa Elena
Por otro lado, diversas posibilidades se idearon en torno a la Plaza de Santa Elena ubicada entre la avenida Lara y una zona residencial de aproximadamente 70 metros cuadrados, la cual estando tan bien ubicada presenta raramente condición de abandono.
“Hay un porcentaje alto de usuarios, pero la falta de servicios y atractivo ha hecho que se aislaran a ella, las casa que están alrededor levantaron muros paredes o rejas”.
La propuesta va enfocada a colocar estructuras que llamen la atención de la ciudadanía, colocar comercio para que este atractivo estuviese apoyado por una actividad comercial, restaurar las caminarías, densificar la vegetación y por supuesto una opción duradera de iluminación
“Tal vez la inversión no cuesta mucho, pero me imagino que en la Alcaldía no tienen tiempo para estos detalles pero no buscan apoyo en nosotros. Estos espacios que están subutilizados están así porque no tienen atractivo”.
Universidades a disposición de la municipalidad
Finalmente, Regalado comparó el accionar nacional con el de Colombia, Chile y Perú, en donde las instituciones universitarias se ven involucradas directamente con el quehacer arquitectónico público.
“En esos países todos los entes públicos le encargan a las universidades los proyectos locales o como mínimo tienen una representación de la universidad en la institución pública como asesor, como aliado, como enlace”.
Destacó que seguirán creando aportes y dispuestos a contribuir en lo necesario y cuando haga falta. “Nuestro oficio es diseñar y pensar en función del crecimiento de la ciudad, de lo urbano”.
Presupuesto afecta desempeño
La situación de crisis universitaria en Venezuela ha hecho que esta alma máter se haya visto afacetada en el desenlace oportuno de sus actividades. Los constantes paro por la lucha de reivindicaciones laborales y estudiantiles han deteriorado la calidad como la cantidad de los trabajos, sin embargo, siguen haciendo su labor en pro de la comunidad.
Desde el 2007 la UCV tiene el mismo presupuesto anual. Lo destinado para la Facultad de Arquitectura y Urbanismo es de Bs. 1.300.000 y en lo que respecta al 2016, para febrero ya habían agotado todos los recursos.
Para el núcleo en Barquisimeto se asignan 250.000 bolívares y para el mes de marzo ya no quedaba ni un bolívar. “Tuvimos una crisis a mitad de semestre. Fueron los estudiantes quienes compraron bombillos, mesas, sillas y hacerle mantenimiento a los aires para reanudar actividades porque la seña de Caracas es que no hay ni medio”.
No obstante, la arquitecto Regalado considera que el talento que existe en esta universidad es una oportunidad de generar ingresos, bien sea por la producción de este tipo de anteproyectos, por asesorías.
“Podemos tener una tarifa que se acuerde con la Alcaldía y la Gobernación para que sea algo pagable y lógico”.
Explicó que inclusive existe la posibilidad de la apertura de cursos técnicos para albañiles con el fin de capacitar mínimamente a las personas que trabajan en la construcción “pero hace falta presupuesto”.