Aún lejos de conocer su techo en diferentes aspectos del juego, en especial en la contundencia en ataque, pero con un nivel insospechado de firmeza en la zaga, orden y concentración, la selección de mayores de fútbol de Venezuela vive sus horas más dulces en más de dos años, tras su clasificación a octavos de final de la Copa América Centenario de Estados Unidos 2016.
Al iniciarse la tercera fecha de grupos, la oncena de Rafael Dudamel será la única con la valla invicta entre las 16 selecciones clasificadas, merced a sus triunfos ante Jamaica (1-0) y Uruguay (1-0).
Ante los primeros resistieron la exigencia física propia del rival al que se enfrentaban y, aunque sufrieron con uno más en cancha, dominaron gracias a un tanto de Josef Martínez (Torino, Italia).
Luego, contra unos charrúas contra los que jamás habían salido airosos en torneos coperos, revivieron las sensaciones de aquel memorable “Centenariazo” en Montevideo, hace más de una década, cuando el técnico Dudamel aún era cuidavallas y estaba sentado en el banco de suplentes.
Un gol de Salomón Rondón (West Bromwich, Inglaterra), tras una genialidad previa de Alejandro Guerra (Atlético Nacional, Colombia), fue la diferencia precisa contra una celeste irreconocible, errática, presionada por su caída previa ante México (3-1) y a la que los criollos les mostraron la puerta de salida mucho más temprano de lo que acostumbran en torneos de este tipo.
Venezuela, que en la Copa América de 2007, en casa, alcanzó los cuartos de final y luego en Argentina 2011 se coló hasta un histórico cuarto lugar, venía de decepcionar en la edición de Chile 2015, al caer eliminada en primera ronda tras comenzar con un triunfo ante Colombia (1-0) y luego vivió un desastroso primer tercio de las eliminatorias al Mundial de Rusia 2018, con apenas un punto. Eso determinó la salida del anterior seleccionador, Noel “Chita” Sanvicente.
Dudamel recordó, en la rueda de prensa posterior al triunfo contra los uruguayos, que fue “tildado de loco” por decir que apuntaba a superar lo hecho en Argentina 2011. “Los jugadores se están entregando en cuerpo y alma por esta camiseta y por este país”, recalcó y así dio en un punto clave: en este grupo incluso ya sin la figura de su eterno referente, Juan Arango, hay convicción y funcionamiento en bloque y no sólo talento disperso.
Si bien piezas como Juan Pablo Añor (Málaga, España) o Christian Santos (NEC Nijmegen, Holanda) aún no reciben los minutos que podrían, otros como Guerra, Martínez y Rondón sacan la casta, lo mismo que los defensores Oswaldo Vizcarrondo (Nantes, Francia) o Wilker Ángel (Deportivo Táchira).
La inclusión de Adalberto Peñaranda (Granada, España) contra los charrúas también fue positiva por su irreverencia y velocidad. El siguiente reto en el horizonte es México y, con ello, la posibilidad de adueñarse de la primera plaza del grupo C.
Los mexicanos ya avisaron que van con todo y su técnico Juan Carlos Osorio no piensa reservarse nada, consciente de lo que implica terminar al tope para evitar un cruce más complicado.
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