Amnistía Internacional alertó el viernes que Venezuela corre el riesgo de caer en una crisis catastrófica ante la severa escases de alimentos y medicinas y el descontrol que existe con las numerosas armas que están en manos de civiles, e instó al gobierno a reconocer la grave situación y pedir ayuda internacional inmediata.
«Venezuela está atravesando por una grave encrucijada, una encrucijada histórica para el país, una encrucijada que puede llevar a esta grave crisis a una crisis peor, a una crisis catastrófica», afirmó Erika Guevara-Rosas, directora de Amnistía para las Américas, al presentar el informe de la visita que realizó esta semana al país para documentar el estado actual de los derechos humanos y la crisis.
Durante su estancia en el país, Guevara-Rosas se reunió con la fiscal general, Luisa Ortega Díaz; el defensor del pueblo, Tarek William Saab; congresistas opositores, y víctimas de violaciones a los derechos humanos, y visitó algunas comunidades y hospitales en Caracas y el estado fronterizo del Táchira para constatar la situación que enfrenta la población debido a la escasez de alimentos y medicinas.
Ante las grandes dificultades que están enfrentando diariamente los venezolanos para conseguir alimentos y medicamentos, Guevara-Rosas dijo en conferencia de prensa que era «lamentable» y «vergonzoso» que el gobierno no reconozca la magnitud de la «crisis humanitaria», y no tenga «la valentía» de pedir ayuda a través de los mecanismos de cooperación internacional.
La activista expresó inquietud por el «descontrol de armas en manos de civiles», y planteó que el Estado debe crear mecanismos para atender esa situación.
«El nivel de impunidad, la falta de justicia frente a estas violaciones de derechos humanos, el debilitamiento del sistema judicial…, la poca independencia con el que hoy en día cuenta los órganos impartidores de justicia, están generando un contexto gravísimo», planteó Guevara-Rosas tras reconocer que los poderes públicos «no están cumpliendo con su compromiso» y están generando condiciones de violaciones de derechos humanos.
La activista hizo un llamado a las autoridades a que hagan un reconocimiento expreso de la crisis para lograr constituir «mecanismos para la asistencia y cooperación internacional inmediata».
Por otra parte, la directora de Amnistía para las Américas cuestionó los procesos que llevaron al encarcelamiento del dirigente opositor Leopoldo López y el diputado suplente del partido Voluntad Popular, Rosmit Mantilla, y pidió su liberación.
La AP solicitó al Ministerio de Comunicación una reacción sobre las afirmaciones de la directora de Amnistía Internacional, pero no hubo declaraciones de momento.
