Cordones de la Policía Nacional Bolivariana impidieron el paso de la marcha convocada por la Mesa de la Unidad Democrática, hacia el municipio Libertador no pudiendo llegar tal como lo tenía previsto, hasta la sede del Concejo Nacional Electoral, en la Plaza Caracas, para solicitar se aceleren las acciones para la convocatoria al revocatorio de Nicolás Maduro.
Desde tempranas horas de la mañana se apostaron los efectivos policiales, con sus equipos antimotines, en los alrededores del lugar donde se realizaría la concentración para luego iniciar la marcha. Asimismo, en las entradas de la UCV se apostaron varias unidades de las denominadas “ballenas” y funcionarios policiales que mantenían el control de todos los accesos.
También los alrededores de la Plaza Caracas fueron acordonados, y las avenidas del centro de la Capital como la Universidad, impidieron el tránsito vehicular desde la esquina de La Hoyada, restringiendo al máximo el acceso que solamente era permitido a los vehículos oficiales y a aquellos de personas debidamente identificadas.
La situación de mayor tensión se produjo cuando el principal cordón policial, con dos “ballenas” tomó posición al frente de la Universidad Bolivariana, impidiendo el paso de los manifestantes, luego había otros dos cordones policiales, ya que la orden era impedir el paso hacia el municipio Libertador a como diera lugar.
Ante este escenario, el gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles Radonski, decidió acercarse hasta los puestos de mando, con la intención de mediar con los funcionarios, explicándoles que estaban movilizándose pacíficamente, que no había ninguna intención de crear situaciones de conflictividad; sin embargo, la respuesta de los funcionarios policiales fue el lanzamiento de bombas lacrimógenas, lo que les impidió continuar adelante.
Sin embargo, la multitudinaria manifestación decidió desplazarse por la autopista Francisco Fajardo, pero al llegar a Las Mercedes, también fueron dispersados con bombas lacrimógenas.
Ante la imposibilidad de llegar hasta el centro de la capital, donde está la sede principal del CNE, la oposición convocó a los manifestantes, a dirigirse hasta las sedes regionales del organismo electoral, exigiendo que se anuncien los puntos de verificación del 1% de las firmas, haciendo caso omiso a la disposición del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que prohíbe las manifestaciones en los alrededores de las dependencias del CNE.
Oposición continuará en la calle
El gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles Radonski, manifestó que van a exigir al CNE la validación de las firmas en nombre de los millones de venezolanos que piden un cambio para el país, también expresó que “nada ni nadie está por encima de la Constitución, todos debemos hacerla respetar”, ratificando que la oposición continuará en la calle exigiendo que se aceleren los mecanismos para revocar el actual gobierno.
Mientras que el diputado y Coordinador Nacional de Primero Justicia, Julio Borges indicó que la movilización es por la paz del país y para que todos los venezolanos puedan ejercer su derecho al voto, “los venezolanos quieren votar, quieren la paz, quieren que se acaben las colas, que se acaben los CLAP y que se acabe la politización del hambre de los venezolanos, nosotros vamos a seguir marchando, hasta que podamos lograr nuestro derecho de Revocar este gobierno”.
Por su parte, el alcalde del municipio Chacao, Ramón Muchacho rechazó que hayan impedido el paso hacia el CNE y que la Policía Nacional lanzara gases hacia las personas que pedían seguir con el recorrido, “mientras el país se hunde en el hambre, en la escasez y en la inseguridad, la fuerza del Gobierno se dedica a impedir que los venezolanos exijan su derecho que está en la Constitución. También el alcalde del municipio Sucre, Carlos Ocariz declaró que es necesario que den respuesta en cuanto al proceso la validación de las firmas”.