Como consecuencia del terremoto de abril, Ecuador registrará una reducción de su economía de 0,7%, y de momento tendría un decrecimiento anual de 0,3%, dijo el miércoles el presidente Rafael Correa.
El 16 de abril Ecuador registró un potente terremoto de 7,8 grados que impactó principalmente la costa central del país, dejando 663 fallecidos, miles de familia sin casa ni bienes y destrucción en obras públicas. El gobierno estimó la reconstrucción en 3.344 millones de dólares.
En una reunión con corresponsales, Correa aseveró que el gobierno realiza una nueva estimación del efecto del terremoto a una «tasa de decrecimiento del 0,7% entonces revisamos la tasa de crecimiento (anual previa al terremoto) del 0,3 ó 0,4%».
Ello causaría que a final del año, se registre una tasa negativa de 0,3 o 0,4%, aunque el mandatario advirtió que en esa estimación no estaba previsto el efecto positivo de «las políticas activas» derivadas de la necesaria inversión para la reconstrucción, de la inyección de créditos de contingencia externos en la economía por 660 millones de dólares y otros factores similares.
Correa recordó que entre el 2015 y 2016 su gobierno ha realizado recortes por 6 puntos del PIB en el programa de inversión y gasto corriente «que ha sido el más grande de la región».
Aparte del terremoto este país afrontó la caída de los precios de su principal producto de exportación, el petróleo, que a mediados del 2014 estuvo alrededor de los 100 dólares por barril, pero que a inicios de este año llegó a cerca de 20 dólares. A ello se sumó la revalorización del dólar de Estados Unidos, que Ecuador usa como moneda nacional desde el año 2000, lo cual restó competitividad a las exportaciones.
«Llevo un año y medio gobernando con cero ingresos petroleros, realmente la economía ecuatoriana ha sufrido fuertes embates en estos últimos meses, por factores absolutamente externos», acotó.
A pesar de ello, manifestó que «seguro el próximo año tendremos crecimiento a no ser que se complique mucho más el mercado petrolero, porque estamos estabilizando la economía, estamos haciendo los ajustes necesarios».
El presidente admitió que este país ha recibido recientemente un crédito de 400 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional, pese a que había sido duro crítico de ese organismo, del cual había señalado que es parte de la burocracia dorada internacional y que sus políticas causan problemas en todos los países donde asesora. Durante seis años no permitió que misiones de ese organismo visite Ecuador.
Aclaró que ese préstamo del FMI es para «estabilización de balanza de pagos, para financiar déficit del sector externo, parte de ese déficit se incrementó producto directo del terremoto».
No dio más detalles del crédito.
Correa, que está en el gobierno desde enero del 2007 debe entregar el poder en mayo del 2017, tras lo cual ha dicho que quiere retirarse a vivir a Bélgica, de donde es su esposa Anne Malherbe, y se encuentran parte de su familia.