Este artículo responde a una loable actitud de uno de mis apreciados lectores, quien me interpeló de manera muy cortés e inteligente para preguntarme la razón por la cual no me unía al bloque de escritores que diariamente tratan el tema sobre la situación crítica que se vive en este país. Sobre “la absurda y descabellada situación donde nos ha llevado este gobierno”. Esas fueron sus palabras. Y sugirió, sobre la posible insensibilidad mía en cuanto al sufrimiento de los venezolano hoy.
La verdad, de entrada, “me dejó frío”. Luego, medité un poco y pude comprenderle. Y en pocas palabras expuse las razones que con toda seguridad muchos no entienden, aún siendo estudiosos serios de las Sagradas Escrituras, por cuanto esta crisis, que jamás habíamos afrontado, pero que el cristiano estudioso de la Palabra sabe que vendrá, causa, en muchos profesos cristianos angustia y desesperación en demasía.
Sin embargo, pude exponerle algunas razones que son de mucho peso para mí y mis convicciones. La primera, es que el 99 por ciento, como él lo confirma, trata el mismo tema. El problema político. Y muy pocos, tratamos el tema del arrepentimiento, del perdón y de la Salvación, objeto primario de nuestro Señor Jesucristo. Después le recordé un “Escrito está”. Si el Señor Jesucristo nos dijo “Porque os he dado ejemplo, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis” Juan13:15 Y él, a pesar de que vivió en una época donde el Imperio Romano cometía las atrocidades sociales más crueles que se conocen en la historia y nunca tocó ese tema, por cuanto su mirada estaba en la Salvación de las almas, pues nosotros los cristianos deberíamos imitarlo.
También le dije lo que siempre debemos recordar quienes creemos y confiamos en Cristo. “Por nada estéis afanados…” “Dad gracias a Dios en todo…” “En el mundo tendréis aflicción…” “Confiad, yo he vencido al mundo” “Estad siempre gozosos…” “Regocijaos, regocijaos, regocijaos…” “Predica la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo;…” “Sed hacedores de palabra y no meros oidores” etc… Y para finalizar esa breve conversación, le cité el siguiente texto, reiterativo en las SAGRADAS ESCRITURAS. «NO TE impacientes a causa de los malignos,… Porque como hierba serán pronto cortados, Y como la hierba verde se secarán.» … «Confía en Jehová, y haz el bien; » Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad » Sal.37:1,2,3. El Diccionario Bíblico Adventista lo amplia sabiamente. “No te impacientes.
«No te acalores» (BJ). No debemos preocuparnos por el aparente triunfo de los impíos. Como cristianos deberíamos ganar la victoria sobre la impaciencia, porque al impacientarnos perdemos la perspectiva de las cosas y la claridad de visión. Más aún, cuando nos enojamos con el pecador no podemos ayudarlo; y además, nos ponemos de parte del error”¿Cómo les parece?
Los cristianos que esperamos el pronto regreso de nuestro Señor Jesucristo debemos estar en guardia. Los momentos de crisis pueden distraernos y apartarnos de Dios y perdernos. “La crisis se está acercando gradual y furtivamente a nosotros… Satanás ve que su tiempo es corto. Ha puesto a todos sus agentes a la obra, para que los hombres sean engañados, ilusionados, ocupados y hechizados, hasta que el día de gracia concluya y la puerta de la misericordia se cierre para siempre” LIBRO. El Deseado de Todas las Gentes. Elena de White. Pag.590. ¡Para meditar! ¡Hasta el próximo martes Dios mediante.
