La ajustada carrera para convertirse en el próximo presidente de Perú se estrechó aún más el lunes cuando Keiko Fujimori, la hija del encarcelado expresidente Alberto Fujimori, ganó terreno frente a su rival, Pedro Pablo Kuczysnki, gracias al recuento de votos procedentes de remotas zonas rurales y de embajadas en el extranjero.
El escaso margen del Kuczysnki, execonomisra del Banco Mundial, se redujo a menos de 50.000 votos sobre Fujimori durante la madrugada del martes. Con más del 96% de las actas procesadas, Kuczynski tenía el 50.1% de los votos y Fujimori el 49.9%.
Aunque dos conteos rápidos mostraron a Kuczynski por delante en una pelea muy reñida, todavía quedan por contabilizar las boletas de 885.000 peruanos con derecho a voto que residen en el extranjero, la mayoría en Estados Unidos, y que en 2011 favorecieron mayoritariamente a Fujimori.
Alrededor de un 1,4% de las papeletas escritas a mano recibidas en los centros de votación están siendo cuestionadas y enviadas a un órgano electoral especial para su revisión.
Los dos candidatos guardan silencio a la espera de los resultados definitivos aunque sus asesores comenzaron a trabajar para posibles alianzas en el Congreso, donde el partido Fuerza Popular de Fujimori tiene una sólida mayoría con 73 de los 130 escaños. La formación de Kuczynski tiene solo 18, menos incluso que la principal alianza de izquierdas del país.
Aunque el equipo de Kuczynski dice que está listo para trabajar con todos los grupos políticos, partidarios de Fujimori expresaron sus dudas desde que el último trama de la campaña dijo: «El narco-estado nos va a matar a todos… necesitamos un gobierno limpio desde arribita hasta abajito».
«Las relaciones se tienen que recomponer porque nos han acusado de narcotraficantes, de rateros, de montesinistas, entonces es bien difícil que nos podamos abrazar, los sentimientos pesan un montón y hay que medir los insultos», dijo a la radio local Exitosa, la legisladora fujimorista Lourdes Alcorta.
Si Kuczynski logra mantener su ventaja, culminaría un giro sorprendente. Fujimori se impuso a un abanico de 10 aspirantes en la primera vuelta de los comicios celebrada en abril y lideraba las encuestas previas a la votación del domingo.