Vemos con alarmante preocupación la progresiva centralización de la venta y distribución de alimentos a través de los Consejos Locales de Abastecimiento Popular (CLAP) y podemos asegurar que estos se asemejan a la libreta de racionamiento cubana, a través de la cual los habitantes de la isla reciben al mes pequeñas cantidades de alimentos.
Dicho pronunciamiento fue realizado por la dirigente nacional del Movimiento Izquierda Democrática, Lisbeth Cordero, quien explicó que este mecanismo de abastecimiento comunal es un fracaso anunciado, ya que la experiencia de distribución en los mismos son sinónimo de grandes ineficiencias.
“La gente que está trabajando queda fuera del censo o de la venta; los días de distribución se dilatan de 7 días a 15 días o más de un mes; las bolsas de comida a veces lo que traen es un producto de cada uno de los sujetos a regulación y en la mayoría de los casos no incluye ni pollo ni carne. Los sectores que por alguna razón no han podido actualizar la directiva del consejo comunal quedan fuera de toda jornada, aunado a todo esto, la venta de la bolsa supone entrar en una lista de espera mientras el hambre del pueblo no espera turno”, opinó.
Califica como imposible que los Clap sean la solución de la crisis alimentaria, porque para que sean eficientes, tendrían que contar con una red logística y organizativa que pudieran atender a los más de 30 millones de habitantes aglomerados en unas 6 millones de familias que necesitan consumir los productos de primera necesidad todos los días.
Señaló que no cabe duda que Venezuela está viviendo una crisis humanitaria, destacando que no está garantizado nuestro derecho a la alimentación, sino tampoco el de la vida y el de la salud.
“Son los niños los que están viviendo el lado más duro de la crisis, mientras infantes mueren todos los días por falta de atención oportuna y medicamentos, como fue el caso de Oliver Sánchez, el Gobierno no acepta la ayuda internacional la cual permitiría salvar vidas, por estas omisiones algún día los representantes del gobiernos tendrán que responder”, expresó.
La dirigente política aseguró que ante una situación de crisis nacional, lo único que es prioridad para el Gobierno es esconder las colas para así dar la impresión que la situación de escasez y desabastecimiento está mejorando.
“Es imposible que en 30 días mejoren las condiciones de abastecimiento en el país, tal como lo aseguro Miguel Pérez Abad, Sino hay producción nacional, ni importación de alimentos por falta de dólares, es inverosímil que las cosas mejoren. Lo único que busca el gobierno poniendo siempre la pelota adelante es ganar tiempo», concluyó.