Luego de recorrer varias farmacias en busca de determinado medicamento para una enfermedad estomacal y no conseguirlo, Ana Vargas, desesperada, decidió recurrir a una yerbatera que le preparara un remedio artesanal.
Ese drama lo viven a diario miles de venezolanos para quienes curarse representa toda una odisea.
En la parroquia Águedo Felipe Alvarado, concretamente en el caserío Cañaote, Nelia Arrieche lleva años, prácticamente desde niña, preparando remedios a base de hojas o raíces, para unas cuantas enfermedades.
“Eso lo aprendí yo desde muy jóven, porque mi mamá preparaba remedios, y la gente tiene confianza en lo que preparo”, dice orgullosa mientras muestra una de las plantas que utiliza.
Luego pasa a señalar algunas de cuyas hojas o raíces le sirven de materia prima para sus remedios.
Comienza con la sábila, planta que tiene mayor cantidad de utilidades curativas, pues se puede utilizar como depurativa, enfermedades de los riñones, urinarias, prostáticas, el estrés, y para las quemaduras.
Raíces del yagruno, grasa en el hígado, junto a la brusca, el algarrobo y la malamadre, todos depurativos.
Pringamosa y malamadre, para la circulación.
Gotas de moringa, también llamada paraíso de ben o de alelí, para la tensión.
Hojas de guanábana y de diente de león, para el estrés.
Sauco, poleo, malojillo, gel de sábila y borrajón, en el asma.
La sábila horneada también sirve para las inflamaciones.
Choya, para la diabetes.
Cayena, ligada con malojillo o moringa, para el insomio.
La babosita, el dividive o paraíso de ben las utiliza en problemas de hemorroides.
Las hojas de cují son consideradas afrodisíacas, además de materia prima para elaborar vino.
La barba de palo y las hojas de lechosa o del cují servirían para aliviar los efectos de la chikungunya.
Ruda, en dolores de estómago.
Túa túa, para curar hongos, Romero, para el estómago, yengué para curar las amígdalas inflamadas a través de compresas y el tun hervido lo usa también para los riñones.
Nelia Arrieche también tiene en casa plantas de acetaminofén, que recomienda, hervida, en fiebres y dolores de cabeza.
“Tenemos que volver a los remedios naturales, tradicionales, por la escasez de las medicinas”, dice.