El polémico sacerdote oriundo de Maracaibo, José Palmar, estuvo de visita en la ciudad de Barquisimeto como parte de su gira por el territorio nacional, con la cual busca presentar los aspectos que considera esenciales para que se produzca un cambio en el país.
Un llamado a la sociedad venezolana a apoyar las acciones de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la solicitud al Papa Francisco para que envíe a Venezuela al canciller del Vaticano, son las propuestas realizadas por el padre Palmar.
Aseguró que actualmente no se está luchando contra un gobierno tradicional, sino “contra delincuentes”, por lo que es necesario llegar a todas las instancias posibles con el fin de generar un cambio del mismo, sea por la vía constitucional, como se ha querido hacer, o de otra manera. Expresó que lo más probable es que la segunda opción sea la de ganar, en vista de los obstáculos que se han colocado para llevar a cabo el referendo revocatorio.
Como “narco régimen” definió el gobierno de Nicolás Maduro y todos los que hacen vida en él. “Que el mundo sepa que son 714 personas las que tienen arrodillados a 30 millones de venezolanos con un gobierno de terror”, indicó.
Continuó diciendo que años atrás había afectos los partidos Acción Democrática, Copei y otros que eran izquierdistas, pero existía el respeto, valor que cree que ahora se ha perdido.
Esto sucede en una debacle económica y social. Ahora el venezolano no se alimenta de los bachaqueros siquiera, sino del saqueo”, aseveró el sacerdote quien además dijo que el “narco régimen tiene las horas contadas”, debido a la molestia que la población ha puesto en evidencia en la calle.
Además criticó que el poder judicial actúe a favor de un partido político, así como el poder electoral. “Jorge Rodríguez ahora es el vocero de Tibisay Lucena. Ha abandonado su cargo como alcalde y ahora se dedica a contar firmas”.
En cuanto al papel de la iglesia en momentos como los que se viven en el país, se mostró decepcionado por la omisión que han tenido algunos personajes de peso. Señaló que como religiosos tienen el deber de ser mediadores, no ocultar de lo que sucede.
“¿Por qué no hemos despertado? ¿Qué otra cosa tenemos que esperar para reaccionar? Aquí estoy y no tengo miedo. Estoy con Dios y con la Virgen”, afirmó el padre Palmar quien al finalizar la tarde se reunió en vigilia con la ciudadanía, orando por un cambio en el país que produzca una mejora y cesen los atropellos que la población está viviendo al padecer tantas necesidades cada día.
