Lo poco que quedaba en las desmanteladas instalaciones del túnel de Yacambú, en los portales de entrada y salida, se lo están robando ante la indiferencia de quienes dirigen la empresa, lo que preocupa a los trabajadores que esperaban la reanudación y finalización de la importante obra hidráulica.
Martín Páez, del Sindicato de Trabajadores de la Construcción, Maquinarias y similares, hizo la denuncia, preocupado por las pérdidas millonarias que esas acciones delictivas representan para el país.
Páez se refirió concretamente al portal de salida, en el sector de San José, municipio Jiménez, donde todo se encuentra abandonado, con el túnel totalmente inundado y personas desconocidas llevándose lo poco que ha quedado de equipos y materiales.
El dirigente sindical dijo haber recibido informaciones fidedignas según las cuales han dejado completamente desmanteladas las instalaciones interiores del túnel, especialmente el cableado de cobre, equipos de ventilación, lámparas y algunos materiales que allí se guardaban en contenedores.
Presume que la gran cantidad de metros de cable ha sido sustraída en horas de la noche, aprovechando la inexistencia de vigilancia, aún cuando muy cerca existe un puesto de la Guardia Nacional.
Como se sabe, la empresa del Sistema Hidráulico Yacambú-Quíbor sólo tiene asignados dos vigilantes privados, desarmados, en los portales de entrada y salida , los que muy poco pueden hacer para evitar hechos delictivos.
Además de las instalaciones del túnel, también han sido desmanteladas las áreas de oficina, comedor, enfermería, ingeniería, de donde se llevaron equipos de aire acondicionado, mesas, sillas, lámparas, cocinas, neveras, láminas del cielo raso, hasta las puertas.
“Lo único que falta es que también se lleven el túnel sin que desde las oficinas del Sistema Hidráulico en Quíbor y Barquisimeto muestren alguna preocupación”, precisó Páez.
Igualmente se preguntó en qué se invirtieron los 1.600 millones de bolívares que la Presidencia de la República anunció hace algunos meses haberle inyectado para su reanudación, porque nada ha ocurrido.
“Es preocupante lo que está pasando con una obra hidráulica de tanta importancia, no sólo para el estado Lara sino para todo el país, porque de ella depende que miles de hectáreas puedan ser regadas y de esa manera producir los rubros agrícolas que Venezuela requiere para dejar de depender tanto de las importaciones”, afirmó Páez.
Además, agregó, existe un grupo de padres de familia esperando se reanude la construcción del proyecto.