La inauguración por parte de Hidrolara del nuevo acueducto de Bobare no representa ninguna mejora para cerca de 300 familias residentes en varios caseríos al sur de la población.
Asunción Camacaro, luchador social de uno de ellos, explicó que no los tomaron en cuenta cuando proyectaron las nuevas instalaciones y por lo tanto seguirán padeciendo por la falta de agua.
Los caseríos de la parroquia Águedo Felipe Alvarado que no están recibiendo el líquido vital son, Durigua, Algodonal, La Mesa y Cañaote, cuyos habitantes, en varias oportunidades, han realizado manifestaciones y cierres de la vía para llamar la atención sobre el problema que vienen confrontando.
Señaló Camacaro que para que esos poblados reciban agua del nuevo acueducto sólo es necesario utilizar menos de 8 kilómetros de la vieja tubería, desde La Puerta, para que esa cantidad de familias se beneficien de la obra inaugurada el domingo por el gobernador Henri Falcón.
“Esa posibilidad la planteamos a la gente de Hidrolara cuando comenzaron a ejecutar el proyecto del nuevo acueducto, pero solamente llegó el beneficio hasta La Puerta de Bobare, dejando afuera a Durigua, Algodonal, Cañaote y la Mesa, donde también vivimos personas que necesitamos el agua”, dijo.
Espera que se redimensione y amplíe el proyecto para que no tengan que seguir protestando con el fin de llamar la atención sobre el serio problema que les afecta por la falta de agua.