Víctor Eloy Delgado, excandidato a la alcaldía del municipio Palavecino y actual gerente de la Corporación Jacinto Lara (Corpolara), acudió a EL IMPULSO con la intención de rechazar la acusación que hizo el periodista Luis Perozo Padua, quien lo responsabilizó de un atentado del cual fue víctima este sábado 28 de mayo.
Perozo Padua fue acechado por un motorizado y el parrillero, quienes lanzaron piedras a su vehículo. Además las piedras estaban envueltas en hojas con escritos donde lo amenazaban de muerte.
El reportero señaló a este diario que el acto fue encomendado por Delgado puesto que durante su trabajo periodístico ha hecho severas críticas al militante del Partido Socialista Unido de Venezuela, que presuntamente han desencadenado en constantes amenazas.
El gerente de Corpolara dijo no estar relacionado con el hecho ni ser el responsable de las amenazas que ha recibido el periodista.
-No tengo resentimientos ni ningún problema personal o político con el periodista, no comprendo por qué me vincula en un hecho tan grave sin tener pruebas. No soy responsable de lo que me acusa porque si lo fuera, no sería capaz de venir aquí.
Apuntó que el señalamiento afecta su trabajo en el municipio Palavecino que “ha sido pacífico y ajustado a las leyes”.
Agregó que en su carrera política no ha tenido antecedentes similares a esta acusación y reveló que un grupo de su misma banca política recientemente ha buscado afectarlo. “No sé cuáles serán los intereses”.
Actualmente, se concentra en la labor de la Distribución de Alimentos casa por casa, “el 6 de diciembre perdimos por las colas” aseveró, ahora dijo estar enfocado en proteger el derecho a la alimentación de los venezolanos sin discriminación política.
Resaltó que ha sido una tarea ardua, en Palavecino hay tres centros de acopio de alimentos para la distribución de las bolsas de comida, y todavía faltan sectores a la espera de ser beneficiados, pero aseguró que progresivamente se irán sumando.
Mantiene conversaciones con empresas privadas a fin de que se sumen al programa de alimentación. El aporte de las empresas consistiría en vender un porcentaje de sus productos regulados al Gobierno nacional y los Comités Locales de Abastecimiento y Distribución (CLAP) se encargarían de llevarlo a las casas.