Los vecinos del sector La Batea , en el barrio San José, se encuentran desesperados, preocupados por los niños que ya han comenzado a enfermarse a causa de una laguna se aguas putrefactas que tienen frente a sus casas.
Eso queda, exactamente, en la calle 4 entre 10 y 11, cerca de la quebrada La Ruezga, y de acuerdo a lo que dijeron Maira Ochoa y William Uranga, dos de ellos, el problema se viene presentando desde hace unos dos meses cuando se tapó la cloaca por donde deben correr las aguas servidas procedentes de la parte alta de la barriada.
Explicaron que la indeseable situación ha sido reportada varias veces a Hidrolara y sólo les dicen que, “ya vamos pa’allá”, pero se quedan esperando la cuadrilla de obreros.
Uranga dijo que sólo en una ocasión llegaron pero lo único que hicieron fue “remendar” la tubería y en pocas horas la problemática reapareció.
Debido a esa negligencia, en la esquina de la calle 4 se formó una inmensa laguna, así como un río de aguas negras que corre por varias cuadras.
Maira Ochoa también informó que hace algunos días les visitó el alcalde Alfredo Ramos y se percató de la situación, ofreciendo interceder ante Hidrolara para actuar, pero, al parecer, se le olvidó.
Indicó que, a causa de los malos olores, las personas, sobre todo los niños, se están enfermando, presentando muchos de ellos erupciones en la piel, así como problemas respiratorios, males para los que no son efectivos los medicamentos.
“Esto no se puede aguantar y por eso hacemos un llamado al presidente de Hidrolara para que nos visite a ver si puede aguantar aunque sean cinco minutos los malos olores”, afirmó.
Uranga, por su parte, agregó que al lado de la calle queda una cancha deportiva a la que acuden niños y adultos, a pesar de que se encuentra abandonada por la alcaldía, Fundela, la gobernación o el organismo al que corresponda su mantenimiento.