Los docentes universitarios exigen ser escuchados, respetados y dignificados. Su profesión está en decadencia, los salarios continúan por debajo de sueldo mínimo, continúan en las aulas de clases por “pura vocación”.
Así lo hizo saber el grupo de profesionales del Comando Intergremial que este jueves en la mañana alzó las pancartas en la intersección de la avenida Venezuela con avenida Vargas, para evidenciar la crisis que atraviesan.
Déborah de Valecillos, presidenta de la Asociación de Profesores de la UCLA, señaló que la remuneración que perciben los docentes les impide tener acceso a la cesta básica.
-No nos podemos acostumbrar a perder calidad de vida, por eso seguiremos en la calle, porque el servicio de educación debe ser prioridad al igual que la salud.
Valecillos recordó que el Gobierno nacional mantiene una mesa de diálogo con una parte del gremio que es partidaria a ellos, quienes sacrifican los derechos de los trabajadores por le etiqueta político, dijo que la mayoría son excluidos.
Todos los tabuladores del personal universitario están desactualizados.
Todos los tabuladores del personal obrero están por debajo de sueldo mínimo; 5 de los 11 tabuladores del personal administrativo también están por debajo de sueldo mínimo y en el caso de los profesores, 4 de los 5 tabuladores también están por debajo de lo que indica la ley.
Nueva generación desesperanzada
La generación de relevo que hoy se prepara en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador está consciente de la crisis que padecen sus futuros colegas, por eso la matrícula estudiantil disminuyó en 50 % según la estimación de Eduardo Mendoza, presidente de Aproupel Barquisimeto.
Esta deserción ocurrió en un año. De 16.000 futuros docentes, sólo 8.000 se mantienen en la carrera.
-Nuestros estudiantes se están yendo bien sea para buscar un empleo o sumarse a una actividad económica informal pero que le genere mayores ganancias.
Mendoza apuntó que otro factor que influye en la deserción es la falta de condiciones para la formación, recordó que los estudiantes tienen un año sin comedor y las providencias estudiantiles son deficitarias.
Acciones
El gremio continuará en la calle. Actualmente estudian la posibilidad de activar un horario crítico que consiste en asistir a las aulas en jornadas más cortas para cumplir con actividades gremiales, hasta que el Estado los invite a conversar “de manera seria y con respeto”.