Cuando hay subsidios y se beneficia a las importaciones, antes que a la producción nacional, es difícil mantener una empresa en Venezuela, aseguró el presidente de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), Juan Pablo Olalquiaga.
El máximo dirigente del sector manufacturero nacional, conversó con los periodistas, a la salida de una reunión con la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional, donde se evaluó el impacto que tiene para el aparato productivo nacional, la disminución en la asignación de divisas, lo que impide la adquisición de materias primas e insumos para producir en el país, recordando que los empresarios no reciben divisas, estas son para los proveedores internacionales, afirmando que para los industriales lo importante son las materias primas.
Consultado en torno a los anuncios hechos por el Gobierno de desconocer la deuda que tiene pendiente con los proveedores internacionales, Olalquiaga advierte que ello condenaría a las empresas a la quiebra, al obligarla a cancelar las obligaciones con una tasa de cambio distinta a la que se tenía cuando se contrajeron los compromisos.
El dirigente de la industria, también cuestiona que no exista en el país un mecanismo expedito que permita el acceso a las divisas, incluso teniendo los bolívares para adquirirlas.
Lamenta Olalquiaga que el Gobierno siempre haya considerado a la empresa privada como enemiga, y no como un factor que puede contribuir a resolver la crisis, advirtiendo que se han formulado propuestas para la reindustrialización del país, lo que permitiría al país tener unas 30.000 empresas industriales, en lugar de las 3.500 que hoy operan, y generar 2,5 millones de puestos de trabajo, afirmando que todas estas proposiciones se han quedado esperando las respuestas, de las distintas instancias a las cuales se han elevado
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