El escenario en que se encuentra la industria petrolera venezolana no es el mejor, pero para el economista y estudioso de la materia Igor Hernández muchas de las fallas actuales están identificadas, el reto es superarlas.
Cree necesaria una profunda modificación de las políticas de Pdvsa y del sector petrolero en general con una mayor apertura al sector privado.
Hernández sostiene que el consumo per cápita de gasolina en Venezuela es el doble al resto de los países de América Latina, a eso suma que hay un rezago en los precios. “Debemos tomar en cuenta además que hay subsidios en el servicio del gas, electricidad y petróleo; por eso éstos sectores no atraen inversiones porque no deja ningún tipo de ganancias”.
Sostiene que actualmente se está consumiendo 55% más del gas que se produce, y esto ocurre porque no se ha invertido en la capacidad de infraestructura. “Nadie invierte en gas con precios regulados, por eso no podemos aumentar la producción”.
La industria petrolera, agrega Hernández, tiene gastos en bolívares como salarios o el sostenimiento de los programas sociales, si se devalúa para tener mayor liquidez debe pedírsele dinero a alguien; eso generó la emisión de dinero inorgánico por parte del Banco Central de Venezuela desde 2010. “Lo que se generó fue un enorme gasto social que cada vez se hace más grande y es más difícil para pagar, porque cada vez los intereses son mayores y los costos más altos”.
La otra falla que ve el joven economista es que el Plan Siembra estipulaba que para 2015 la producción sería de 6,8 millones de barriles diarios, pero no se logró porque se necesitan más dólares para ampliar la producción y bajaron los precios del crudo. “No se hicieron las inversiones de esos proyectos en el momento oportuno y hoy sale mucho más costoso, además, no hay liquidez”.
Detalla que el petróleo que se extraiga a través de los nuevos proyectos petroleros debe ser ligado con petróleo liviano por ser del pesado, lo que implica un alto gasto para llegar al punto deseado, “lo peor es que actualmente no hay dólares”, comenta. Pero una de las revelaciones más sorpresivas que hizo Hernández es que la creación de la empresa militar petrolera surgió por una queja de los socios de las empresas mixtas porque diversas bandas criminales los robaban y secuestraban, es decir que la nueva organización se creó a cambio de seguridad, según él.
Refinación
En el tema de refinación el panorama también es desolador precisa que Paraguaná opera a 50% de su capacidad porque no hay insumos y que la refinería en la Faja del Orinoco se proyectó con una inversión total de 3 mil millones de dólares, pero solo se invirtieron 6 millones durante los últimos 10 años. Actualmente el costo del proyecto se incrementó a 14 mil millones de dólares, mucho más del doble de lo que costaba al principio.
Una situación similar ocurre con el Plan Gasífero Mariscal de Sucre que tenía una inversión total de 3 mil millones de dólares, pero ahora cuesta 14 mil millones.
Cada unas de estas fallas han llevado a la crítica situación actual. “La producción de Pdvsa por empleados en la actualidad es de 48 barriles por empleado, la misma que hace 70 años, en 1940 a pesar de toda la tecnología que existe hoy. Actualmente produce menos que hace 15 años atrás”.
Cambiar el panorama
Hernández cree que no todo está perdido, pero con carácter de urgencia de deben generar las condiciones para atraer inversiones con seguridad laboral, capital humano capacitado y capitales. Resalta que Venezuela cuenta con una ubicación geográfica estratégica, una ventaja única. Además sostiene que para muchas empresas es muy costoso salir de Venezuela y por eso preferirán seguir aquí. Dice que se debe plantear cómo ser competitivos y en esa visión cree que no se debe descuidar el sector petrolero, textil, manufacturas, energía, electricidad y gas. “Se debe consolidar el tema energético para que bajen los costos de producción”.
Trinidad podría ser un gran mercado para colocar el gas venezolano, según Hernández, porque hay una alta demanda para llevarlo luego a Japón. “Así la economía venezolana comenzaría a diversificarse. Se debe desarrollar el recurso humano, estimular la productividad, tener una visión integral de la industria, desarrollar nuevos productos y financiamientos. “Si PDVSA no tiene liquidez que sea otra empresa, pero alguien tiene que explotar el potencial para activar la economía, diversificarla y crear empleos y calidad de vida. Hay yacimientos de gas en Maracaibo y Monagas, sino se mete Pdvsa que se meta otro”.
Necesariamente se deben crear nuevas políticas para el manejo de Pdvsa y para la industria petrolera, porque la Ley de Hidrocarburo establece que la estatal venezolana debe manejar al menos el 50% de las acciones de todos los negocios petroleros, pero Hernández cree que necesariamente no tiene que ser así, menos actualmente cuando Pdvsa no tiene liquidez para invertir. “Si se incentiva la creación de empresas privadas los costos de operación serán menores, surgirán más empresas de servicios y se dejarían a un lado los subsidios, además bajarán los compromisos de gasto social”.
Propone que trabajen empresas privadas en la industria petrolera con 1% de las regalías al Estado para que se genere empleo, ingresos y crezca la producción que llevará a Venezuela percibir mayores divisas a través de la exportación de sus productos, petroleros y no petroleros.
