A partir del 6 de diciembre, de manera inapropiada, se comienzan a estirar los hilos del poder para desconocer la contundente derrota que fue propinada por parte del pueblo venezolano al PSUV, y todo lo que representa el chavismo como modelo autoritario de gobierno. Es obvio que el régimen no esperaba el bloqueo de los factores militares al fraude que se llevaría a efecto en el proceso comicial. En tal sentido, comienza el pugilato que ha dado con el desconocimiento de la Asamblea Nacional, de hecho, mediante el bloqueo sistemático por parte del TSJ, de todas las leyes que han sido discutidas y aprobadas por el ente legislativo del estado. En este contexto, resulta muy difícil restituir la institucionalidad en un país donde el ejecutivo se empeña en llevar adelante los actos de gobierno por decreto, totalmente al margen de texto constitucional…
La amenaza del señor Maduro de eliminar la Asamblea Nacional, no es más que una fanfarronada para amedrentar al país a sabiendas que, en lo interno, prácticamente la Asamblea Nacional es un jarrón chino. No tiene ningún sentido más allá del efecto miedo, anunciar la disolución de la AN o de su directiva, ya que todas sus acciones son neutralizadas y desconocidas por el Ejecutivo. Es decir que en la práctica, estamos frente a un régimen no democrático, aunque se ejerza el derecho al voto y exista en papel la separación y autonomía de los poderes públicos.
En apariencia pudiéramos decir que estamos atrapados por un gobierno de fuerza militar que maltrata al pueblo y persigue al sector político. Sin embargo, en el contexto internacional las cosas han cambiado y sus efectos son demoledores frente a las pretensiones de Maduro y su pandilla de desconocer nuestro derecho a activar constitucionalmente el referendo revocatorio este año. En las actuales circunstancias, Venezuela es el centro de atención del mundo democrático y de los órganos internacionales regentes del respeto a los derechos humanos. Los sectores militares institucionales, que los hay, aunado a los factores militares que quieren salvar el pellejo de la cárcel, están obligados a negociar con los factores de poder global a fin de dar salida institucional, pacífica y electoral a la crisis de Venezuela. Eso no admite discusión de ninguna naturaleza. El referendo es la válvula de escape que debe activarse antes que los niveles de conflictividad social se desborden y el saldo sea desproporcionado… La cuenta es regresiva.
Este es un país de profundas convicciones democráticas, y es por esa vía, que vamos a poner punto final a esta pesadilla.
Mis comentarios:
.- En este escenario tan complejo y peligroso, la fuerza de calle es el único lubricante que viabiliza el revocatorio, este año.
.- El pueblo está pasando hambre gracias a las políticas de Hugo Chávez y su herencia de destrucción del aparato productivo nacional…
.- El miedo que debe tener la gente es a permanecer por siempre en este estado de carencias y limitaciones alimentarias, de medicinas y asediados por el hampa…
.- Los ejercicios militares para la guerra de Padrino López, deben encausarse contra el hampa que asesina miserablemente al pueblo en la calle… Payasos.
.- Es muy triste para un país acorralado por la delincuencia, ver a los militares robándose la comida del pueblo y maltratando las protestas democráticas…
En su lecho medita la iniquidad; anda siempre en malos caminos. La maldad no le causa horror…(Salmo 36: 5)
Sergio Borgel