A pesar que las colas constantes a las afueras de los distintos establecimientos comerciales de la ciudad, en los que se expenden productos a precios regulados, tomó por sorpresa a los usuarios larenses que varios de estos no despacharon este jueves.
Autoridades de la cadena de supermercados Central Madeirense, por ejemplo, denunciaron que durante esta semana no han sido suministrados de productos regulados.
Extrañó la soledad en las adyacencias de los distintos Farmatodos, en Garzón, Rattan, Central Madeirense, así como en algunos locales en el centro de la ciudad que constantemente son visitados por los compradores.
En un recorrido del equipo reporteril de EL IMPULSO, se apreció el descontento de la colectividad que pernoctó en algunos sitios y se quedó con las manos vacías, mientras que otras permanecían esperanzadas. “Nos dijeron que no había nada pero estamos ligando que llegue algún camión”, manifestó Nelvi Arraez, ama de casa que permanecía a las afueras de un abasto al este de la ciudad.
La falta de ventas en la mayoría de los sitios se tradujo en dantescas filas en comercios que sí se ofertaban artículos de los que hacen falta a las familias venezolanas. A las afueras de Locatel, algunos negocios en la avenida 20 y Kleo’s, las colas estaban más larga de lo habitual.
En este último, solo se estaban vendiendo dos harinas y una mantequilla. “Toda la noche haciendo una cola para esto”, señaló Virginia Fernández quien permanecía en el sitio desde la tarde del miércoles.
Más de un mes sin recibir bolsas de comida
Al ser consultados acerca del sistema de distribución las bolsas de alimento a través de los consejos comunales, aseguraron que parece estar paralizado el método de abastecimiento, pues en varias comunidades han sido beneficiados una sola vez y los insumos suministrados, no les alcanzaron ni para dos semanas.
“En Prados del Occidente entregaron una bolsa hace dos meses que me costó 670 bolívares pero ya desaparecieron y los del consejo comunal no dicen nada”, aseguró Leodalys Silva, ama de casa habitante del oeste de Barquisimeto.
Esta situación, según cuentan, se repite en el Barrio Bolívar y en la mayoría de los distintos sectores de la Lara, en contraste de las declaraciones de voceros oficialistas que anuncian efectividad del proyecto.
Opciones de la ciudadanía
Son limitadas las opciones con las que los barquisimetanos cuentan para adquirir alimentos y artículos de primera necesidad a precios regulados pues no muchos establecimientos los ofertan, y los que sí, establecen un número de compradores por día.
Se estima que sean atendidas alrededor de 10.000 personas de manera diaria en los principales comercios de la ciudad expendedores de productos regulados en la semana, según datos aportados por representantes de los mismos y consumidores.
Este número se duplica los fines de semana, en los que se abren las puertas de las diversas ferias de Cecosesola, donde reparten aproximadamente 6.000 números y las personas empiezan a guardar su puesto desde tres a cuatros días antes.
Asimismo, en el Abasto Bicentenario de la avenida Libertador, duplican el número de compradores para atender sábados y domingos, de 3.000 elevan el límite a 6.000, sin embargo, comentan que “lo único que venden ahí es jabón”.
Cabe destacar que en cada compra no se logran obtener más de cuatro productos a precios establecidos en la ley.
