La oposición venezolana aseguró este jueves que un diálogo con el gobierno, que impulsará una comisión internacional de expresidentes, debe priorizar la activación de un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro para lograr un «cambio político».
«El primer punto de la agenda de todo proceso de diálogo serio en la Venezuela actual debe ser, precisamente, cómo quitar los obstáculos y triquiñuelas que intentan interferir, sabotear o postergar el ejercicio de ese derecho constitucional», aseguró la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en un comunicado.
El expresidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero anunció el jueves en Caracas el inicio de gestiones para un diálogo entre el gobierno y la oposición, a instancias de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), frente al agravamiento de la crisis.
«En Venezuela no hay solución económica si no hay cambio político, y al logro pacífico de este último objetivo debe orientarse un verdadero proceso de diálogo nacional», advirtió la MUD.
La colectividad expresó su «seria disposición» a un proceso de diálogo, en el que sus actores acepten que «la última palabra la tiene el pueblo venezolano» a través del revocatorio.
«Es lo democráticamente inapelable», subrayó, indicando que, de otro modo, solo se trataría de un «debate partidista o institucional».
La comisión, integrada además por los expresidentes Leonel Fernández (República Dominicana) y Martín Torrijos (Panamá), se reunió el jueves temprano con la dirigencia de la MUD, encabezada por el excandidato presidencial Henrique Capriles y el presidente del Parlamento -de mayoría opositora- Henry Ramos Allup.
La oposición también planteó la liberación de los opositores presos -entre ellos Leopoldo López- como parte de un «marco adecuado» para que el diálogo sea «serio y útil».
Asimismo, criticó declaraciones de Fernández, al anunciarse la mediación, sobre la grave crisis económica, una cuestión que será tratada en particular por el exmandatario dominicano.
La MUD afirmó que «difiere diametralmente» de Fernández, pues a su juicio la debacle es culpa de la corrupción del gobierno y de un modelo que «multiplica la pobreza».