El gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles Radonski, aseguró que el pueblo seguirá en la calle hasta que el Consejo Nacional Electoral cumpla con lo establecido en la Constitución.
“Hasta que el CNE no cumpla con el reglamento, van a tener al pueblo exigiéndole que lo hagan, si el CNE cumpliera el reglamento, nada de esto estuviera pasando”, dijo Capriles desde las inmediaciones de Plaza Venezuela.
El gobernador junto a el presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, estuvieron mediando con funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana para que les fuera permitido el paso a los manifestantes que intentaban marchar desde Plaza Venezuela hasta el Consejo Nacional Electoral quienes fueron cercado por efectivos de seguridad.
Minutos después hizo presencia en el lugar el rector principal del Consejo Nacional Electoral, Luis Emilio Rondón, para recibir el documento que querían llevar hasta la sede del CNE y así finalizar la movilización.
Capriles aseguró que con estas movilizaciones lo que se busca es exigir que se cumpla la constitución de una manera pacífica, “el cambio en Venezuela es pacífico, democrático y electoral, debemos obligar a Maduro que respete la constitución”.
Para líder político, el pueblo no puede caer en la provocación del gobierno que busca la violencia, “nuestros adversarios son Maduro y su cúpula, no los funcionarios de seguridad, debemos trabajar con inteligencia, no con la fuerza bruta como actúe el gobierno todo el tiempo”, dijo el mandatario regional quien a su juicio, “el dialogo hoy en Venezuela es el revocatorio”.
Resaltó que estas movilizaciones no han terminado y que en las próximas horas darán a conocer las siguientes acciones a tomar que permitan cambiar al gobierno y tener gobernabilidad en el país, “esto no termina hoy, tiene que haber constancia y tenemos que estar todos ahí, esto no es un tema para figurar, hemos planteado una rutas y un camino para cambiar Venezuela”.
Por su parte, el también diputado de la Mesa de la Unidad Democratica, Miguel Pizarro calificó de «lamentable la miopía del gobierno», al impedir que se realice la marcha con normalidad al enviar a funcionarios de la PNB y Guardia Nacional para impedirla, «Venezuela es una bomba de tiempo», aseguró.
