En rechazo ante el comunicado emanado el pasado viernes por el rector de la UCLA, Francesco Leone, en donde expresaba que dada la situación económica de la universidad, no se tenía la disposición monetaria para permanecer garantizando las providencias estudiantiles y por lo tanto, las actividades de pregrado se verían afectadas con una paralización; estudiantes del Decanato de Ciencias Económicas y Empresariales (DCEE) decidieron ejercer acciones.
Una asamblea fue realizada a primera hora, la decisión de esta fue permanecer en las aulas sin servicio de comedor. Posteriormente, el centro de estudiantes del DCEE se encargó de realizar un acta, en donde se les informara a las autoridades la resolución, solicitando entonces que estas hicieran el llamado nuevamente a clases a más tardar el día miércoles.
En el rectorado hicieron entrega del documento, asimismo se dispusieron a protestar de manera pacífica a las afueras del lugar.
Por sorpresa, tomó a los estudiantes el comunicado que emitió el rector de la institución. Xavier Aldana, presidente del centro de estudiantes del DCEE expresó que ese tipo de decisiones solían ser consensuadas, por lo que resultó molesto que en esta oportunidad no haya sido de esa manera.
Decanatos como el de Ciencias de la Salud, Veterinaria y Humanidades también continuarán en actividades sin comedor. En cuanto a cómo se organizarán con respecto a las evaluaciones, tal información corresponderá a un encuentro que deberán sostener los representantes estudiantiles con los respectivos decanos.
En lo que va de año, las clases se han visto interrumpidas al menos cuatros veces, precisamente por problemas de recursos para el pago de las providencias; no obstante, Francesco Leone, aseguró que la situación actual es tan crítica y no se tiene garantía que le permita dar respaldo no solo a la cancelación de comedor, transporte y becas, sino también en cuanto a los salarios y gastos de funcionamiento.
La cancelación de los sueldos se realizará con dinero correspondiente a otras necesidades, pues los recursos para los meses de abril y mayo aún se están esperando.
Las necesidades no cesan, actualmente las condiciones de los recintos impiden que este genere de manera adecuada, la calidad en la educación se ve coartada.
En relación a la continuidad de las clases, Leone dijo que “el sábado hice consulta con los decanos y se decidió que dependerá de lo que quieran los estudiantes”.
Tanto para el rector del recinto como para los universitarios, el problema no se trata de las instituciones educativas, sino del país. “No es posible que el fin de semana me llamen del Ministerio de Educación Universitaria para decirme que la bandeja la ofrecerán a 350 bolívares, si el precio real, aun cuando nos ceden el recurso proteico (que tampoco alcanza para todo el mes) ya está en 700 bolívares”, dijo Leone.
La UCLA junto a la Universidad de los Andes y la Universidad Central de Venezuela, permanecen expectantes sobre su futuro. Si bien no quieren jugar el juego del gobierno de pretender “apagar las luces de las universidades”, les resulta complicado mantener las puertas de estas abiertas, pudiendo provocar un cierre técnico.
“No se puede estar siempre pendiente de si pagan o no pagan”, dijo Leone con respecto a la constante espera que deben tener para obtener el dinero que permita costear las providencias y los gastos de funcionamiento.
Impotencia causa en las autoridades tal situación. La vicerrectora académica de la UCLA, Nelly Velásquez, aseveró que las principales víctimas son los estudiantes y que el futuro de estos no puede verse perjudicado por las ideologías.
Como “heroica” se catalogó la actuación que han tenido tanto el cuerpo estudiantil como profesoral por permanecer sin abandonar sus espacios; sin embargo, el rector rechaza que ya se haya perdido lo que es un derecho adquirido, como el transporte, recordando que este ahora se mantiene funcionando gracias a que Transbarca brinda el servicio, pero el dinero para lograr cancelar a los choferes que cubran las más de 400 rutas que antes se tenían, ahora resulta imposible.
El Gobierno nacional parece no quitarse la venda de los ojos en cuanto a los precios que se manejan en la cotidianidad, lo que deja un déficit presupuestario que termina por golpear a la academia en todos los sentidos.
A pesar de las aspiraciones que parece tener el Ejecutivo, quienes forman parte de las universidades están lejos de dejarse ganar la batalla, por lo que permanecerán ejerciendo acciones que generen presión ante el ministerio, para ver si logran que Jorge Arreaza, ministro de educación universitaria, llegue a sentarse en su puesto y ocuparse del mismo.
La Unexpo depende de pagos a última hora
Con un poco de suerte corre la Unexpo. Esta se mantiene en actividades haciendo uso de comedor y transporte, servicios que peligraron la pasada semana, pero que hasta los momentos han mostrado su mayor disposición de permanecer trabajando.
“Las autoridades saben que el ministerio, así sea al último minuto del día tope, otorga el dinero para la cancelación de los servicios y esa es su dinámica”, dio a conocer César Jiménez, representante de Unexpo Activa.
La casa de estudio fue dotada con 3056 kilogramos de carne, lo que les garantiza el recurso proteico durante las siguientes tres semanas. Si bien la cantidad suena generosa, no se escapan de los problemas, pues Jiménez informó que la misma llega con demasiada grasa, lo que impide servir un trozo entero.
Destacó el hecho de que la Superintendencia Nacional de Gestión Agroalimentaria (Sunagro), debe despachar a cada núcleo de la institución, por lo que en la ciudad de Carora, los estudiantes se mantienen en espera del recurso que les brinde la posibilidad a ellos también de alargar el tiempo de comedor.
