Los vuelos tripulados al espacio imponderable revelaron informaciones hasta entonces desconocidas acerca del espacio infinito del Universo.
Tanto los astronautas norteamericanos como los cosmonautas rusos a su regreso del espacio imponderable informaron que el espacio era oscuro como la noche y frío. Confirmado que por las noches el cielo siempre es oscuro.
Esa propiedad del cielo nocturno mantenía en mi mente una duda interrogante: ¿Si la luz viene directamente del Sol, por qué el cielo de la noche no se ilumina? Por las noches también se observan en él unas luces dispersas que alumbran como cocuyos o luciérnagas. La información de los viajeros espaciales y mi duda interrogante condujeron a clarificar este asunto.
El cielo nocturno siempre es oscuro como la noche y frío; esos puntos de luz dispersos como cocuyos o luciérnagas es la luz que las atmósferas de los cuerpos planetarios, estelares, satelitales, etc., individualmente, como sucede con la atmósfera de nuestro planeta Tierra, se iluminancon la llegada a los amaneceres de la energía solar a sus atmósferas. De modo que la misión del Sol es despachar y propagar su energía a todo el sistema y quizá más allá.
La energía del Sol interviene en la energía de las partículas de la atmósfera y las transforma en fotones de luz. Desde el espacio imponderable, los astronautas y cosmonautas han visto como la atmósfera de la Tierra se va iluminando desde el amanecer del día de la Tierra. Inicialmente es una luz suave, tenue, el amanecer; pero a medida que la energía de las partículas atmosféricas se saturande energía solar, la temperatura aumenta y los días manifiestan su intensidad en los calores; de aquí eso que conocemos como “calorones”. Como se comprende la luz individualizada de cada cuerpo, vista a la distancia se observan como puntos de luz.
En realidad son más que atmósferas iluminadas porque en torno a esos puntos de luz, la oscuridad. Hay que descartar la mentira que hemos convertido en verdad de que la luz viene directamente del Sol. El Sol sólo produce energía y esa energía propagada y difundida por el espacio imponderable del sistema solar en el universo es la que mediante su intervención en las energías de las partículas de la atmósfera permite que estas se transformen durante el día en fotones de luz.
Si fuese luz lo que nos viniera del Sol, de seguro no podría llegar a los cuerpos del sistema porque el espacio imponderable la detendría pues él solamente admite la energía que lo llena.
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