El presidente de RepúblicaDominicana, Danilo Medina, se adjudicaba cerca del 62% de los votos frente al 35% de Luis Abinader, su principal contrincante en los comicios generales del domingo en los que el partido gobernante buscaba también retener el control en el Congreso.
El primer boletín oficial de resultados, con el 11,72% de los votos escrutado, se dio a conocer a medianoche, cinco horas después del final de la votación, luego de que la difusión de resultados preliminares por parte de las autoridades generó protestas de la oposición y organismos civiles.
Los resultados preliminares estaban basados en la digitalización de boletas, mientras que los oficiales responden al escrutinio manual de los votos.
Roberto Rodríguez, vocero de la presidencia, informó a medianoche que debido a la demora en el recuento oficial de los votos, el gobernante suspendió el acto que tenía previsto para celebrar su eventual triunfo.
«Aunque tenemos razones suficientes para estar alegres, para estar contentos y celebrar, tenemos que contener nuestras emociones» hasta que la autoridad electoral concluya el escrutinio, dijo el funcionario mientras trabajadores apagaban las luces del palco instalado en el comando de campaña del gobernante.
La tendencia mostrada por los resultados preliminares y el primer boletín oficial coincide con diversos sondeos de opinión que indicaban que Medina contaba con más del 60% de la intención del voto, con lo que revalidaría el cargo sin necesidad de una segunda vuelta.
Medina y Abinader se enfrentaban a otros seis candidatos por la presidencia. Entre los aspirantes a la presidencia había, por primera vez, dos mujeres.
El uso por primera vez de equipos para digitalizar las boletas y lectores ópticos de huellos digitales, que costaron cerca de 32 millones de dólares, fueron objeto de controversias entre autoridades y partidos de la oposición en las últimas semanas. La oposición insistía que el intento de la Junta Central Electoral de sustituir el escrutinio manual violaba las leyes.
Al aceptar que se hicieran dos escrutinios, el manual y el electrónico, las Junta Central Electoral advirtió que el conteo sería más lento.
Además, la renuncia masiva en el último momento de unos 3.000 técnicos electorales y fallos tecnológicos en lectores de huellas dactilares produjeron retrasos de varias horas en los comicios, lo que obligó a ampliar una hora el cierre de la votación y creó confusión en muchos de los centros electorales.
«Renunciar horas antes es un acto de irresponsabilidad», lamentó Medina, en referencia a la dimisión de los técnicos. Varios de los siete candidatos opositores exigieron a las autoridades aclarar las razones de la renuncia de técnicos.
El expresidente de Colombia, Andrés Pastrana, jefe de la misión de observadores de la OEA, consideró que las fallas de los escáneres fue «un problema delicado».
Ante el fallo de los equipos digitales, cientos de las 16.000 mesas habilitadas para el voto tuvieron que recurrir al padrón impreso para identificar a los electores.
«El plan es retrasar, que la gente se canse y se vaya para su casa», decía molesta Tatty Rodríguez. «Me levanté a las 4 y media de la mañana, hice mi cafecito, oré y me vine para ser de las primeras» en sufragar, explicó.
Roberto Rosario, presidente de la Junta Central Electoral, detalló que la renuncia de los técnicos será investigada y que de no estar justificada «será considerada como delito electoral.»
Sandra Matos, presidenta de una mesa votación, explicó que cuando les informaron de la ampliación del horario, ya ella y su equipo habían apagado el lector electrónico de huellas digitales para identificar a los votantes y no sabían cómo reactivarlo. Tras varios minutos de debate y de revisar las instrucciones volvieron a encenderlo, pero algunos votantes no quisieron esperar.
Aunque la tendencia de los resultados preliminares apunta a un claro triunfo del gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD), el opositor Partido Revolucionario Moderno avanza hacia una contundente victoria en la alcaldía de la capital, que ha sido administrada de forma continua desde 2002 por Roberto Salcedo, de la formación de Medina.
El presidente Medina, un economista de 64 años, se presentó como abanderado de una coalición de 15 colectivos encabezada por el PLD.
«Estamos muy optimistas del proceso» electoral, había comentó por la mañana Luis Abinader tras emitir su voto.
Las autoridades calificaban los comicios del domingo como los más complejos porque, por primera vez desde 1994, los electores votaron en una misma jornada por el presidente, por la totalidad de los 222 congresistas, 20 diputados ante el Parlamento Centroamericano, 158 alcaldes, 234 directores de distritos municipales y todos los representantes de los cabildos, un total de 4.106 funcionarios públicos.
De los 6,7 millones de personas convocadas a votar, alrededor de 400.000 lo harían en alguna de las 731 mesas electorales instaladas en el extranjero, especialmente en Estados Unidos y España.
El partido gobernante también esperaba retener su dominio en las cámaras alta y baja, con 31 de los 32 senadores, y 90 de los 190 diputados.
Medina se benefició de la división del principal partido opositor. Aunque una facción se alió al oficialismo, la otra fundó el partido que respalda a Abinader.
Medina también basaba su campaña en una pujante economía que creció el 7% el año pasado, más que cualquier otro país de América Latina o el Caribe, de la caída de los precios del petróleo y del aumento del financiamiento de programas sociales que tienen un sólido respaldo popular. Su gobierno construyó unas 2.500 nuevas escuelas, amplió el horario escolar para enseñar más materias y promovió la alfabetización y formación profesional para adultos.
Abinader se postuló a la vicepresidencia en el 2012, pero no ganó y nunca ha ocupado cargos públicos. En su campaña prometió reducir el gasto público, aumentar los subsidios a los más pobres y a subir los salarios de policías.
«Votar por otro no significa que vaya a ser mejor», dijo la actriz retirada Frennes Báez, quien acudió a votar a las 6:30 de la mañana.
Pero otros sentían que el partido de Medina, que aprobó una enmienda constitucional para permitirle postularse de nuevo al cargo, ha amasado demasiado poder.
«Estamos hartos. El PLD lo controla todo», señaló Rafael de Jesús, un mecánico padre de dos hijos que estaba pensando en votar por Abinader. De Jesús está preocupado también porque la formación llenó la judicatura de magistrados afines. «Lo quieren todo», apuntó.
Además de Medina y Abinader, en la justa participan Guillermo Moreno, Hatuey De Camps, Pelegrín Castillo, Elías Wessin Chávez, Minerva Tavárez y Soraya Aquino.