Venezolana hija única, a sus 13 años Jacqueline empezó a sentir interés por la cocina influenciada por su padre italiano y realizó junto a su maestra de tercer grado el primer ponqué con ingredientes batidos de forma manual. Era la cocinera de las tortas y dulces en su familia que elaboraba como un hobby, hasta que en el año 2009 la necesidad de oportunidades laborales hizo que se inscribiera en su primer curso de repostería donde aprendió las técnicas de decoración en fondant. Más adelante, se volvió seguidora de los tutoriales en YouTube y por esa vía encontró a Dalila Cabritas en el 2010, una reconocida repostera venezolana con quien aprendió la decoración de gala y asistió al International Cake Exploration Societé (ICES), una exposición de reposteros en Nevada, Estados Unidos, donde también recibió clases. Atraída por esta experiencia, trabajó arduamente para asistir en el 2015 al Cake Far, un evento con celebridades pasteleras que tuvo como instructor a Carlos Valastro, chef conocido por el programa de televisión “Cake Boss”. Madre de familia y mujer emprendedora, Jacqueline ha perdido la cuenta de las tortas de boda que ha realizado y actualmente se desempeña dictando cursos en todo el país.
Rompiendo patrones de colores
El blanco es el símbolo de pureza por excelencia en la mayoría de pasteles de boda. No obstante, la creatividad en los diseños se ha abierto a nuevos colores, especialmente cuando la torta es de varios pisos y se pueden alternar, siempre dejando como base el tono blanco o beige. El dorado o plateado nunca pasa de moda y los colores pasteles pueden dar un toque sútil si se combina con la decoración o el bouquet de la novia. Igualmente, uno de los pedidos más frecuentes es una simulación de un piso de torta de color negro, como una pizarra que lleva un escrito con tiza (todo comestible). Otra forma son las tortas “desnudas”, un estilo al natural que revela el ponqué, contiene capas de crema de mantequilla y flores naturales.
“El fondant sigue siendo el número uno”
Actualmente se utilizan las boquillas de los años 60 para detalles minuciosos en toda decoración de boda. Sin embargo, explica que el fondant sigue siendo la más empleada, debido a la versatilidad y limpio acabado al ser moldeable. La técnica de glass (mezcla a base de clara de huevo y azúcar pulverizada), también se utiliza para crear hilos colgantes y puentes en las tortas. Hoy en día se busca incluir columnas para mantener el estilo moderno.
La primera cita
Tres a seis meses antes de la boda, el novio o la novia llaman a Jacqueline para la primera cita y ella se prepara para el encuentro con revistas, fotos e Internet para argumentar las ideas de los novios. Aunque no le gusta copiar diseños y cada decoración es única, suele aconsejar a la pareja fusionar técnicas tradicionales con nuevas tendencias. Desde el horneo, decoración, ensamblaje en el sitio (de ser necesario) y hasta mensajes de aliento para la novia, se involucra con la pareja para realizar el mejor trabajo posible.
Altura
La cantidad de torta se calcula según el número de invitados. Por lo tanto, cuando sean de varios pisos, Jacqueline aconseja colocar tortas falsas hechas de anime decoradas exactamente igual a las de ponqué real. “Las tortas y la novia son el centro de atención en la fiesta”. En ocasiones, detalles del vestido como lazos o encajes se pueden llevar a la torta con algunas técnicas.
Cuando son de varios pisos y todas reales, puede ocurrir que en algún momento luzcan desequilibradas, por ello debe prestarse mucha atención y si la ocasión lo amerita, culminar el montaje en el destino final de la misma para evitar cualquier problema.
Rellenos
La preferencia de los novios se puede imponer en el sabor de la torta, pero siempre serán los favoritos la crema de mantequilla saborizada con mantecado, amaretto, almendras y/o chocolate; combinadas con cacao, praliné (almendras tostadas con azúcar) o gotas de chocolate.
Para Jacqueline es muy importante que los rellenos sean duraderos y no ameriten estar en la nevera sino más bien en un ambiente fresco con aire acondicionado, principalmente cuando las tortas son muy trabajadas y se inicia su montaje dos días antes del festejo.
En cuanto al sabor del ponqué, la vainilla, el chocolate y el marmoleado son los tradicionales, sin olvidar la ralladura de limón o naranja.
Flores naturales
Aunque son un toque natural que embellece el diseño, son muy delicadas y recomienda comprarlas si es posible el mismo día de la fiesta por la novia, para que “sea ella quien decida las flores específicas que llevará el arreglo”. Además, explica que el ramo que se va a montar tiene que trabajarse individual envolviendo el tallo y colocando tubitos plásticos dentro de la torta, todo esto con la idea de alejar el sabor del tallo del ponqué. Por ello considera que las flores de pastillaje son la mejor opción, ya que se adaptan a cualquier ambiente y también son comestibles.
Los adicionales
Algunos elementos se agregan a la torta de acuerdo a la época. Los muñecos de novios (en masa de azúcar, masa flexible o vinil) siguen siendo tradición; ahora con detalles personalizados según los gustos donde hasta las mascotas se incluyen. Los cupcakes también son una alternativa que se pueden combinar en la mesa principal y ser decorados al estilo vintage, con perlas, rosas o encajes comestibles.
Perfil académico
-Técnico en Administración Bancaria, Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado
-Chef (Panadero, Pastelero, Repostero), Universidad Pedagógica Experimental Libertador
-Master Cake Precision Machining Engineers
Información @JackisCake