Por primera vez, una mujer ocupará el segundo cargo de mayor importancia en la FIFA, luego que el consejo del organismo aceptó el jueves el nombramiento de la senegalesa Fatma Samoura como secretaria general.
Samoura, funcionaria de Naciones Unidas, reemplazará a Jerome Valcke, destituido en medio de los escándalos de sobornos que cimbraron a la FIFA en el último año. La ratificación de Samoura depende de una verificación por parte de un comité independiente, que determinará si es elegible.
El anuncio, realizado el jueves en el Congreso de la FIFA que se lleva a cabo en la capital mexicana, corrió a cargo del presidente de la organización Gianni Infantino, quien destacó que el nombramiento busca una mayor equidad de género en la cúpula rectora del fútbol mundial. La FIFA había reformado ya algunos estatutos para tener, como mínimo, a seis mujeres en su consejo general.
Pero más allá de eso, la designación pretende apoyar a la FIFA en el proceso de renovación que requiere tras las acusaciones de corrupción que la han desacreditado y que derivaron en la caída de Valcke, del anterior presidente Joseph Blatter y de numerosos dirigentes regionales.
«Ella ha trabajado en la ONU, es alguien de fuera, no de dentro», destacó Infantino. «No es alguien del pasado, sino nuevo, que nos ayudará a hacer lo correcto en el futuro».
Samoura, de 54 años, es actualmente la principal funcionaria de la ONU en Chad. Durante dos décadas ha ocupado distintos cargos para el Programa Alimentario Mundial del organismo en países africanos, y cubrió emergencias en diversos países, incluidos Kosovo y Nicaragua.
«Les dije en mi campaña que creo en la diversidad, les dije que me gusta actuar con hechos y no con palabras. Es por esa razón, pero lo más importante, es porque de todas las personas con las que hablé era la más competente», dijo Infantino. «Le dará un aire fresco a la FIFA, es alguien de afuera».
Desde la fundación del organismo en 1904, el cargo de secretario general tampoco había estado en manos de una persona no nacida en Europa.
Samoura, quien habla francés, inglés, español e italiano, no tiene experiencia de trabajo en organizaciones deportivas. Tampoco hay referencias públicas acerca de que haya lidiado con contratos comerciales u organizaciones de televisión, una parte clave de su nuevo puesto.
Pero «está acostumbrada a administrar grandes organizaciones, grandes presupuestos, recursos humanos, finanzas», destacó Infantino.
De ser ratificada, Samoura comenzaría a desempeñar sus funciones a mediados de junio.
En febrero, cuando fue elegido como sucesor de Blatter, Infantino prometió que el puesto de secretario general dejaría de ser ocupado por una persona cercana al presidente de la FIFA. Aseguró que quien desempeñara esa posición representaría un «contrapeso» respecto del presidente.
La falta de una nominación durante los meses posteriores le generó críticas a Infantino.
«He estado buscando un secretario general, y lo he hecho en serio… pero quería a la persona idónea, y hoy he sido capaz de proponerla», dijo el líder de la FIFA. «Es un rol muy importante, será la persona que implemente la estrategia y las decisiones que toma el consejo, es un papel realmente importante».
El alemán Markus Kattner era secretario general interino desde septiembre, tras la suspensión de Valcke, quien fue destituido cuatro meses después.
Infantino también informó que incrementará la cantidad destinada al desarrollo del fútbol, de 400.000 dólares a 1,25 millones al año y por miembro desde 2016 hasta 2018.
«No lo usen mal, ese dinero lo tendrán sean mis amigos o no. Son números reales, no son inventados», dijo Infantino.
El dinero será dividido para dos fines. Medio millón de dólares para pagar al personal que se encargará de desarrollar el deporte en cada nación y el resto para los proyectos y necesidades específicas de cada uno.
Infantino sugirió a los países con más recursos económicos que donen su parte a las naciones menos desarrolladas.
El congreso también aprobó por amplia mayoría la suspensión de las federaciones de fútbol de Kuwait y de Benín. La sanción al país del Golfo Pérsico se impuso provisionalmente el 16 de octubre por injerencia del gobierno en la federación local, un problema que también derivó en una suspensión ante el Comité Olímpico Internacional.
Benín quedó sujeto a la suspensión el 23 de septiembre, ante la negativa a realizar elecciones en la federación, un requisito que pide FIFA a cada uno de sus integrantes. La sanción será levantada una vez que se realicen las elecciones.
En cambio, Infantino informó que se levantó la suspensión a Indonesia, que tenía el mismo problema que Kuwait. El gobierno del país asiático envió una carta a la FIFA, comprometiéndose a cesar los actos que atentaran contra la independencia de la federación.