La escasez de medicamentos afecta a un gran número de venezolanos, pero se tienen casos particulares en donde las deficiencias se acentúan; tal como se evidencia en los pacientes renales, quienes difícilmente consiguen sus medicinas en las farmacias, dependiendo entonces de entidades como el Instituto de Seguros Sociales Venezolanos (IVSS).
Es por esto que un grupo de afectados acudió a las afueras del Hospital Dr. Juan Daza Pereyra del IVSS, para exigir ser surtidos de los medicamentos inmunosupresores, los cuales son necesarios y no se pueden suspender su consumo por más de dos semanas, sino los pacientes corren el riesgo de rechazar el trasplante del que fueron dotados.
Desde principios de año el déficit ha sido mayor, aseguró Yacqueline Pérez, presidenta de la Asociación del Enfermo Renal. En angustia viven quienes padecen alguna patología de este tipo a su vez que sienten una impotencia, pues destacan el gran esfuerzo que debieron realizar para obtener un órgano donado y ahora por la situación del país corren el riesgo de perderlo y caer nuevamente en diálisis.
Tal es el caso de Adermis Meléndez, quien estuvo 5 años esperando recibir un riñón y asegura que si por no recibir el medicamento debe ser tratada con diálisis, prefiere morir, pues señala que “es lo peor que le puede pasar”.
Quienes asistieron denunciaron el hecho de que autoridades de la salud aparezcan en medios de comunicación negando que se tenga alguna necesidad y que, por el contrario, quienes padecen de alguna enfermedad crónica pueden acudir a los centros de salud y ser dotados con su respectivo medicamento.
“Ayer apareció Carlos Rotandaro (presidente del IVSS) diciendo que todo está bien, pero hoy vengo yo a la farmacia de alto costo y me dicen que no tienen lo que necesito”, dijo Pérez, quien hizo mención de dos personas quienes decayeron y ahora se encuentran nuevamente en diálisis por no haber encontrado la medicina.
Por su parte, Susana Mujica, también paciente renal, expuso su situación diciendo que “tengo a mi hermana como donante, ya cumplí con los 43 exámenes que debía hacerme para recibir el órgano, pero por las faltas de insumos no lo he podido recibir”. Al borde la las lágrimas, Mujica solicitó al Gobierno nacional que decrete crisis humanitaria, para así lograr recibir la ayuda que tanto necesitan miles de venezolanos.
“El trasplante de un órgano es como volver a vivir”, enfatizaron los afectados quienes consideran algo despiadado que por el orgullo del presidente Nicolás Maduro y des las personas competentes en la materia, sus vidas estén en peligro de ser sometidos nuevamente a un tratamiento como la diálisis.
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