Oí y participé en una amena conversa entre pequeños empresarios del campo y la ciudad, empresarios que antes eran grandes empresarios, hoy reducidos a lo más mínimo económicamente pero engrandecidos y fortalecidos espiritual y sentimentalmente por aquello que la voluntad está por encima de todo y está por sobre todas las fuerzas y obstáculos; y a quien está dotado de estas virtudes sólo le esperan éxitos y satisfacciones. Personas como estas sólo esperan el bien para todos y una mejoría y bienestar, desprendido de todo egoísmo, defendiendo cosas nobles a cualquier costo en busca del bien para todos, muy consciente de que Dios premia en grande a quien posee estas cualidades y más aquí en nuestro país, donde un alto porcentaje solo desea con ansiedad regresar a un país como el de antes, donde sobraban el amor, la prosperidad, la convivencia, coincidiendo hasta en la adversidad con el solo ánimo de que el país sea beneficiado sin estar sometidos todos hoy a este esfuerzo para sobrevivir.
Unas de las cosas más repetidas que se escuchó en esta amena conversación fue casi a coro: hay que tener paciencia, vamos por buen camino, creo que el viento está soplando a favor nuestro y somos muchos los que queremos la paz y estamos convencidos que la violencia es la acción menos indicada; y aquí todos somos gente buena y en el fondo todos nos deseamos el bien unos al otro, aunque pueden haber algunos mal aconsejados, pero no dudo que más temprano que tarde habrá una muy buena rectificación que nos beneficie a todos sin excepción.
Estas fueron las opiniones de los que ahí estaban y como ellos quieren trabajar y producir no tienen tiempo para enfrascarse en conversaciones estériles que sólo dejan fracturas y terminan con la voluntad y las ganas de hacer hasta del más optimista.
Todos debemos hacer votos y elevar nuestras oraciones para que muy pronto encontremos el camino, todos unidos, el verdadero camino que nuestra patria se merece y que muy pronto llegará del cielo y de parte de Dios; son grandes cargamentos de instrumentos que necesitamos para defender a nuestra patria que tanto queremos. Nos sobra voluntad y gente para darle buen uso a estos instrumentos. Las primeras muestras del pedido pronto a llegar son: muchas toneladas de amor, muchas toneladas de convivencia, tolerancia, honestidad, solidaridad, convivencia y armonía.
En esta remesa no pedimos voluntad y talento porque aquí abunda en lo cualitativo y cuantitativo. Esas merecidas aspiraciones son de quienes estaban y de los que no estaban también. Esta conversa es de gente que nacimos, nos formamos y criamos a nuestros hijos aquí y permanecemos aquí, sobrecargados de esperanzas por una Venezuela mejor.
Queremos un país con seguridad, bien alimentado, con todo en abundancia como antes, con cero delincuencia, que regresen los que se han ido del país, que cesen las lágrimas por las familias desintegradas, que no haya más desaparecidos por culpa de la delincuencia, que desaparezcan las kilométricas colas de personas para adquirir los productos de primera necesidad y para adquirir medicamentos, que no tengamos que ver a tantas personas que no tienen la culpa de mendigar, sufriendo por su alimentación y dándole un mal ejemplo a criaturas inocentes y a los futuros hijos de esta tierra quienes serán representantes en el futuro. Por ello nuevamente nuestras suplicas al Todopoderoso, para que llegue rápido nuestro pedido. Ahora más que nunca el campo es la solución.
Pleno Agropecuario a nivel nacional organizado por CCAEL se realizará mañana viernes en el Auditorio Ambrosio Oropeza de la Universidad. Habrá planteamientos en busca de la reactivación y solución económica del país. Confirmó su asistencia un poco más de 400 delegados de todo el país, preocupados por la problemática productiva.
Unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país……
@JGMendozabarqto